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Ene 03, 2025 06:00am
JESÚS, LA VIDA MÁS INFLUYENTE DE TODOS LOS TIEMPOS
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En nombre de la familia de Jesús, quisiera agradecerles por sus muestras de amor en este momento tan difícil en sus vidas. María y sus hijos desean expresar su gratitud por su presencia hoy mientras despiden a un ser querido que fue amado profundamente.

JESÚS DE NAZARET

25 de diciembre, 5 A.C. — 7 de abril, 29 D.C.

Jesucristo, de 33 años, originario de Nazaret y residente en Capernaúm durante los últimos tres años, murió a las 3:00 p.m. el viernes 7 de abril del año 29 D.C. en el Monte Calvario, también conocido como Gólgota, “el lugar de la calavera,” fuera de las puertas de Jerusalén. Traicionado por Judas, considerado por muchos como un amigo, Jesús fue crucificado por los romanos bajo la orden del gobernador provincial Poncio Pilato. Las causas de su muerte fueron crucifixión, agotamiento extremo, tortura severa, pérdida de sangre y un corazón roto.

Jesucristo, descendiente de Abraham, pertenecía a la casa de David y a la tribu de Judá. Jesús nació el 25 de diciembre del año 5 A.C. en un establo en la ciudad de Belén, Judea. Fue el Hijo adoptivo del fallecido José, un carpintero de Nazaret, y de María, su madre natural y devota. Le sobreviven su madre María de Nazaret, cuatro hermanastros: Jacobo, José, Simón y Judas, todos de Nazaret; y varias hermanastras también de Nazaret; dos tías: Salomé y María, esposa de Cleofás. También le sobreviven sus amigos cercanos: Pedro, Jacobo y Juan, y un número de otros apóstoles fieles: Andrés, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo y Simón el Zelote; y varias mujeres especiales que apoyaron su ministerio: María Magdalena, Juana esposa de Chuza y Susana.

Jesús se educó de manera autodidacta y pasó la mayor parte de su vida adulta trabajando como rabino. Hasta el momento de su muerte, Jesús pasaba sus días en comunión con su Padre celestial, enseñando las Escrituras y ministrando a las multitudes. Fue reconocido principalmente por compartir las buenas nuevas del evangelio, sanar a los enfermos, devolver la vista a los ciegos, hacer oír a los sordos, y caminar a los paralíticos; levantar a los muertos, echar fuera demonios, consolar a los solitarios, alimentar a los hambrientos y ayudar a los pobres.

El cuerpo de Jesús será sepultado en una tumba en un jardín cercano, donada por José de Arimatea, un amigo leal de la familia. Los portadores del féretro serán José de Arimatea y Nicodemo, ambos miembros del Sanedrín que condenó a Jesús a muerte, aunque no participaron en esta decisión. Por orden de Poncio Pilato, una gran piedra será colocada en la entrada de la tumba, con un sello romano y un guardia romano apostado frente a ella.

En lugar de flores, la familia solicita que todos sigan las enseñanzas de Jesús y traten de vivir como él vivió. Las donaciones pueden ser enviadas a cualquier persona necesitada.

MENSAJE FUNERARIO

Hoy nos hemos reunido para honrar la memoria y la vida de Jesús de Nazaret. “¡Y qué vida fue!” Hoy, no estamos sepultando a un simple predicador del evangelio sin recursos. Estamos sepultando al hombre más grande en la historia del universo. Jesús no fue un hombre común, sino el Dios hecho hombre. En este mensaje funerario, quiero compartir cómo la vida de Jesús ha tocado y seguirá tocando al mundo de una manera que ninguna otra persona ha hecho ni hará jamás.

La revista Newsweek publicó una vez un artículo de portada titulado «2,000 Años de Jesús: De Guerras Santas a Manos de Ayuda—Cómo el Cristianismo Dio Forma al Mundo Moderno». En parte, el artículo decía:

«Según cualquier estándar secular, Jesús es también la figura dominante de la cultura occidental. Como el propio milenio, gran parte de lo que hoy pensamos como ideas, inventos y valores occidentales encuentra su origen o inspiración en la religión que adora a Dios en su nombre (Jesús). El arte y la ciencia, el ser humano y la sociedad, la política y la economía, el matrimonio y la familia, el bien y el mal, el cuerpo y el alma, todo ha sido tocado y a menudo transformado radicalmente por la influencia cristiana.”

Otros han dicho esto sobre Jesús:

  • Napoleón Bonaparte: “Conozco a los hombres y les digo que Jesucristo no es un hombre cualquiera. Entre él y cualquier otra persona en el mundo no hay posibilidad de comparación. Alejandro, César, Carlomagno y yo hemos fundado imperios. ¿Pero en qué descansó la creación de nuestro genio? En la fuerza. Jesucristo fundó su imperio en el amor; y en este momento millones de hombres morirían por él.”
  • H. G. Wells: “Soy historiador, no creyente, pero debo confesar como historiador que este predicador sin dinero de Nazaret es irrevocablemente el centro de la historia. Jesucristo es fácilmente la figura más dominante de toda la historia.”
  • Philip Schaff (historiador): “Ninguna gran vida pasó tan rápidamente, tan silenciosamente, tan humildemente, tan alejada del ruido y la conmoción del mundo; y ninguna gran vida, después de su cierre, ha provocado tal interés universal y duradero.”
  • Kenneth Scott LaTourette (historiador): “A medida que pasan los siglos, se acumula la evidencia de que, medido por su efecto en la historia, Jesús es la vida más influyente que ha vivido en este planeta.”
  • Charles Haddon Spurgeon (pastor bautista, autor y teólogo): “Cristo es el gran hecho central de la historia del mundo. Todo apunta hacia él, tanto en el pasado como en el futuro. Todos los grandes propósitos de Dios culminan en él. El hecho más grande y más importante que registra la historia del mundo es el hecho de su nacimiento.”
  • El Apóstol Pablo: 

Colosenses 1:15-20: “Él [Jesucristo] es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas: las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz”.

La vida de Jesús ha afectado todos los estratos de la sociedad. La vida de Jesús ha impactado a todas las naciones. Ha influido en las vidas de más personas y de manera más profunda que cualquier otro hombre en la historia. Permíteme compartir algunos aspectos de la vida de Jesús que tal vez no conozcas:

Y QUÉ VIDA FUE

  1. JESÚS Y LOS NIÑOS

En la sociedad en la que nació Jesús, los niños no eran considerados de gran valor. Aunque él no tuvo hijos, amó y cuidó profundamente a los niños. Jesús enseñó que Dios es un Padre amoroso y que somos sus hijos, y que debemos tratar a nuestros hijos como el Padre nos trata a nosotros. En el Evangelio de Mateo, se nos dice que Jesús:

  • Sanó a los niños (Mateo 9:23-25).
  • Dio sabiduría a los niños (Mateo 11:25).
  • Enseñó a los niños (Mateo 14:21).
  • Dijo que el cielo estaba hecho para los niños (Mateo 18:3; 19:14).
  • Advirtió que Dios castigaría a cualquiera que lastimara a un niño (Mateo 18:5-6).

Además, Jesús:

  • Impuso sus manos sobre los niños para orar por ellos (Mateo 19:13).
  • Invitó a los niños a venir a él (Mateo 19:14).
  • Expulsó demonios de niños atormentados (Mateo 17:14-18).
  • Fue adorado por niños (Mateo 21:15).

La vida de Jesús tuvo un impacto positivo en la vida de los niños.

2. JESÚS Y LAS MUJERES

Aunque la sociedad en la que nació no valoraba a las mujeres y las consideraba prácticamente propiedad, Jesús rompió muchas barreras sociales al honrarlas. Rodney Stark escribió:

“En la sociedad romana y judía, las mujeres eran consideradas inherentemente inferiores a los hombres. Los esposos podían divorciarse de sus esposas, pero las esposas no podían divorciarse de sus esposos. En los círculos rabínicos, solo los hombres podían estudiar la Torá. Jesús desafió estas normas. Aunque llamó a hombres como apóstoles, Jesús aceptó a mujeres en su círculo de amigos y discípulos. El cristianismo atrajo a muchas mujeres, lo cual contribuyó a su rápido crecimiento en comparación con otras religiones del Imperio Romano. Entonces, como ahora, la mayoría de los cristianos eran mujeres. La nueva religión ofrecía a las mujeres un mayor estatus e influencia dentro de la iglesia, así como mayor protección como esposas y madres.”

La Biblia enseña que Dios nos creó a hombres y mujeres, y que, aunque somos diferentes, somos absolutamente iguales porque ambos portamos la imagen de Dios (Génesis 1:26-27). Jesús hizo amistad con la mujer samaritana en el pozo (Juan 4:1-42), alguien despreciada por los líderes religiosos judíos por ser mujer, samaritana y de vida inmoral. En su conversación con esta mujer, Jesús reveló por primera vez que él era el Mesías (Juan 4:25-26).

Observa cómo Jesús ministró a las mujeres:

  • Sanó a mujeres y les expulsó demonios (Mateo 9:20-22; Lucas 8:40-56; 13:10-17).
  • Usó a mujeres como ejemplos de fe en sus enseñanzas (Mateo 25:1-10; Lucas 4:26; 18:1-5; 21:1-4).
  • En un acto muy controversial, enseñó teología a mujeres (Lucas 10:38-42; 23:27-31; Juan 20:10-18).
  • Permitió que una mujer pecadora lo ungiera con perfume costoso (Lucas 7:36-50).
  • Dos de sus amigas más cercanas eran mujeres a quienes amaba como hermanas (Lucas 10:38-39).
  • La financiación de su ministerio fue realizada por viudas adineradas (Lucas 8:1-3).
  • Fue a mujeres a quienes primero se apareció después de su resurrección (Mateo 28:1-10).

Jesús elevó a las mujeres a un nuevo estatus social y espiritual.

3. JESÚS Y LOS ESCLAVOS

En la era del Nuevo Testamento, aproximadamente la mitad de la población del Imperio Romano eran esclavos. Jesús se llamó a sí mismo siervo, y al hacerlo, se identificó con todos los que eran esclavos (Mateo 20:28; Marcos 10:45). En armonía con las enseñanzas de Jesús, Pablo incluyó la trata de esclavos entre los pecados más atroces (1 Corintios 7:21-23; Gálatas 3:28; Efesios 6:5-9; Colosenses 3:4; 1 Timoteo 1:10) y abogó por el trato misericordioso del esclavo cristiano Onésimo (Filemón 1:10-19). En el Imperio Británico, fue un estadista cristiano británico, William Wilberforce, quien trabajó incansablemente para poner fin al comercio de esclavos. En los Estados Unidos, la lucha contra la esclavitud fue liderada en gran parte por cristianos y por un presidente cristiano: Abraham Lincoln.

La vida de Jesús buscó liberar a los oprimidos y abatidos.

4. JESÚS Y LA EDUCACIÓN

Como maestro, Jesús el Rabino dejó una huella inigualable en la educación. Como ya se mencionó, Jesús fue el primero en enseñar a mujeres y a los pobres, que no tenían acceso a una educación secular o religiosa.

A medida que el cristianismo se ha extendido a lo largo de las generaciones y por todo el mundo, también lo han hecho la traducción de idiomas, la publicación, la educación y la alfabetización. La imprenta fue inventada por un cristiano llamado Johannes Gutenberg (1398-1468), y el primer libro que imprimió fue la Biblia.

Muchos de los idiomas escritos del mundo se desarrollaron gracias a misioneros que buscaban traducir la Biblia a los idiomas nativos de diferentes pueblos. Incluso hoy en día, este trabajo de traducción continúa, ya que la Biblia ha sido traducida total o parcialmente a aproximadamente 3,000 idiomas.

Las primeras universidades en Europa fueron fundadas por hombres que profesaban la fe cristiana. Desde 1620, cuando los peregrinos llegaron a Plymouth Rock, hasta 1837, casi toda la educación en Estados Unidos fue privada y cristiana. Las primeras escuelas públicas, conocidas como “escuelas comunes,” fueron fundadas por cristianos, financiadas con impuestos gubernamentales, y la Biblia se enseñaba diariamente en estas escuelas durante 217 años. En los primeros dos siglos de la existencia de Estados Unidos, 123 universidades fueron fundadas por cristianos, la mayoría para formar hombres que llevaran el ministerio a las personas que llegaban al Nuevo Mundo.

La vida de Jesús impactó la educación.

5. JESÚS Y LA MEDICINA

En el Imperio Romano, los hospitales eran solo para soldados, gladiadores y esclavos. Los trabajadores comunes y los pobres no tenían acceso a atención médica. Jesús cambió esto al iniciar su ministerio de sanidad. Su ministerio fue tan caracterizado por la sanación de mujeres, niños y pobres, que a menudo se le llama «el gran médico» (Lucas 4:23; 5:31). El Evangelio de Lucas fue escrito por un médico cristiano, quien registró muchos de los milagros de sanidad que Jesús realizó.

En el año 325 D.C., en el Concilio de Nicea, se decretó que se establecieran hospitales donde hubiera una iglesia cristiana. Esta tradición continúa hoy, con hospitales de origen cristiano como los bautistas, presbiterianos y católicos. A nivel internacional, la Cruz Roja sigue una labor médica mundial gracias a la fundación de Henri Dunant, un cristiano.

Jesús cambió el campo de la medicina y llevó la atención médica a las masas.

6. JESÚS Y LA CARIDAD

Jesús era pobre y a menudo hablaba de su compasión por los necesitados (Mateo 11:5; 19:21; Lucas 4:18; 6:20). Mostró su amor por los pobres de manera práctica, como al proporcionar alimento a los hambrientos (Mateo 14:14-21; 15:32-38) y atención médica a los enfermos.

Arthur C. Brooks, en sus investigaciones sobre la caridad en Estados Unidos, descubrió que los cristianos conservadores donan más dinero (a todas las causas benéficas, sin importar sus ingresos personales) que sus contrapartes liberales y seculares. No solo donan más dinero, sino que también son más generosos con su tiempo y donan sangre con más frecuencia.

El ejemplo de Jesús de tratar a los demás con misericordia sigue inspirando a millones hoy a tratar a otros como quisieran ser tratados (Mateo 7:12).

7. JESÚS Y LA LEY

Cada cultura avanzada en el mundo tiene un sistema legal donde las leyes se escriben, interpretan y aplican. Casi sin excepción, estas leyes están basadas en los principios legales de los Diez Mandamientos y en la interpretación de esos Mandamientos por Jesús y los escritores del Nuevo Testamento.

La libertad, la justicia y TODOS los derechos humanos fluyen de las enseñanzas del Hijo de Dios.

8. JESÚS Y LA ECONOMÍA
El sistema de libre empresa se fundamenta en las enseñanzas de Jesús, quien reconoció que todos los hombres son iguales y merecen las mismas oportunidades. Él dio a las personas la capacidad de crear y ser creativas, brindándoles la oportunidad de construir y mejorar. La Biblia enseña el derecho a la propiedad privada e, históricamente, las economías de las naciones cristianas han superado a las de las naciones no cristianas.

Las naciones donde no hay propiedad privada y donde el gobierno es dueño de los bienes, son generalmente naciones ateas o que practican religiones no cristianas.

Las enseñanzas prácticas de Jesús han elevado el nivel de vida de millones de personas a lo largo de la historia.

9. JESÚS Y EL ARTE
La Biblia enseña que Dios es tanto Creador como creativo y que colocó en el ser humano la capacidad de crear. En la arquitectura, existen catedrales alrededor del mundo conocidas por su diseño inspirador.

En el mundo de la música, obras como las de Bach, Handel y Vivaldi, junto con himnos de Wesley, Crosby y Lutero, fueron fruto de la inspiración que proviene de la vida y enseñanzas de Jesús.

En el mundo del arte, artistas cristianos como Miguel Ángel, Rafael y Leonardo da Vinci son referencia para todos los demás. En la literatura, autores como Dante, Chaucer, Shakespeare, Donne, Bunyan, Milton, Dickens, Tolstói, Eliot, Lewis, Tolkien y Solzhenitsyn escribieron influenciados por su fe cristiana.

El arte refleja la belleza que encontramos en el corazón de Jesús.

10. JESÚS Y LA SALVACIÓN
La Palabra de Dios declara claramente que Jesús es el único Salvador del mundo (Mateo 11:27; Juan 3:5-18, 36; 14:6; Hechos 4:12; 1 Timoteo 2:5-6; Hebreos 10:10).

Aspectos únicos de la muerte de Cristo:

  • Sustitución por el pecado: Jesús murió en nuestro lugar (Isaías 53:6; Mateo 20:28; Marcos 10:45; Lucas 22:37; Juan 1:16; 10:11; Romanos 5:6-8; 12:17; 2 Corintios 5:21; I Tesalonicenses 5:15; I Timoteo 2:6; Hebreos 12:16; 1 Pedro 3:9,18).
  • Redención del pecado: Jesucristo pagó el precio que el pecado demandaba: la muerte, para que pudiéramos ser redimidos de nuestro pecado. (2 Pedro 2:1; Apocalipsis 5:9).
  • Reconciliación con Dios: Debido a su pecado, el hombre está alejado de un Dios santo. La muerte de Cristo y la fe personal en Él transforman al hombre de un estado de alienación a un miembro de la familia de Dios. (2 Corintios 5:18-21; Romanos 5:1-11; Efesios 2:16; Colosenses 1:20 ).
  • Para toda la humanidad: Las Escrituras enseñan que Cristo murió en la cruz por los pecados de cada persona que ha existido. (Juan 1:29; 3:17; 2 Corintios 5:19; 1 Timoteo 4:10; 2 Pedro 2:1; 1 Juan 2:2).
  • Base para la justificación: Ser justificado significa ser declarado legalmente justo ante Dios. (Romanos 5:9,16; 8:33,34). Cada hombre se encuentra en el tribunal santo de Dios, y la evidencia en su contra es masiva y concluyente. Y, a pesar de esa evidencia en nuestra contra, Dios nos declara legalmente justos. ¿Cómo puede hacer eso Jesús? Dios lo hace transformando a los pecadores en personas justas. Esto se logra al imputar (acreditar) la justicia perfecta de Cristo a los pecadores arrepentidos (2 Corintios 5:21; Romanos 3:21-26; 5:19).
  • Perdón eterno: Cristo murió para que los hombres pudieran recibir el perdón eterno de sus pecados. (Salmo 103:10-12; Nehemías 9:17; Miqueas 7:19; Isaías 38:17; 43:25; Jeremías 31:34; Efesios 1:7; Colosenses 1:13-14; Hebreos 8:12).

Como puedes ver, la muerte de Cristo en la cruz cubrió todas las necesidades del hombre: perdón, pecado, justicia, reconciliación, esperanza, vida, seguridad, adopción y eternidad. ¡Dios lo pensó todo! ¡Todo lo que necesitamos está en Él!

Y aunque hay muchos cultos e “ismos” en el mundo que se disfrazan de “verdad,” no se comparan con Jesucristo. Por ejemplo:

Los fundadores de los diversos cultos e “ismos” del mundo nunca afirmaron ser Dios.
Mahoma no afirmó ser Dios. Buda no afirmó ser Dios. Krishna o Kali no afirmaron ser Dios. Confucio no afirmó ser Dios. José Smith, Mary Baker Eddy y Charles Taze Russell no afirmaron ser Dios. Estos hombres y mujeres no afirmaron ser Dios porque, de hecho, ¡no lo eran!

Los fundadores de los diversos cultos e “ismos” del mundo nunca afirmaron ser el Salvador del mundo.
Mahoma no afirmó ser el Salvador del mundo. Buda no afirmó ser el Salvador del mundo. Krishna o Kali no afirmaron ser el Salvador del mundo. Confucio no afirmó ser el Salvador del mundo. José Smith, Mary Baker Eddy y Charles Taze Russell no afirmaron ser el Salvador del mundo. Estos hombres y mujeres no afirmaron ser el Salvador del mundo porque, de hecho, ¡no lo eran!

Los fundadores de los diversos cultos e “ismos” del mundo nunca murieron en una muerte sacrificial en lugar de sus seguidores.
Mahoma no murió una muerte sacrificial por los musulmanes. Buda no murió una muerte sacrificial por los budistas. Krishna o Kali no murieron una muerte sacrificial por los hindúes. Confucio no murió una muerte sacrificial por los confucianos. José Smith, Mary Baker Eddy y Charles Taze Russell no murieron una muerte sacrificial por los mormones, los Científicos Cristianos o los Testigos de Jehová. Estos hombres y mujeres no afirmaron morir una muerte sacrificial por sus seguidores porque, de hecho, ¡no murieron por ellos!

Los fundadores de los diversos cultos e “ismos” del mundo nunca quitaron ni un solo pecado cometido por sus seguidores.
Mahoma no quitó ni un solo pecado de los musulmanes. Buda no quitó ni un solo pecado de los budistas. Krishna o Kali no quitaron ni un solo pecado de los hindúes. Confucio no quitó ni un solo pecado de los confucianos. José Smith, Mary Baker Eddy y Charles Taze Russell no quitaron ni un solo pecado de los mormones, Científicos Cristianos o Testigos de Jehová. Estos hombres y mujeres no afirmaron quitar ni un solo pecado de sus seguidores porque, de hecho, ¡no podían! Sus consejos para sus seguidores eran: “Haz lo mejor que puedas y ¡buena suerte!”.

Los fundadores de los diversos cultos e “ismos” del mundo no viven en los corazones de sus seguidores.
Mahoma no vive en los corazones de los musulmanes. Buda no vive en los corazones de los budistas. Krishna no vive en los corazones de los hindúes. José Smith no vive en los corazones de los mormones. Charles Taze Russell no vive en los corazones de los Testigos de Jehová. Mary Baker Eddy no vive en el corazón de los Científicos Cristianos. Pero Jesucristo vive en el corazón de todos los verdaderos creyentes (2 Corintios 1:22; 5:5; Efesios 1:13,14; Colosenses 1:27).

De hecho, todos los “ismos” del mundo podrían funcionar igual si su fundador nunca hubiera existido.
Podrías tener el Islam sin Mahoma, el budismo sin Buda, y el fundador del hinduismo podría haber sido cualquier sabio o místico. Estas religiones no son más que una colección de dichos ingeniosos o proverbios, consejos o un credo para vivir. Sus fundadores no realizaron milagros y, por lo tanto, el fundador podría haber sido cualquier historiador o editor que recopilara la sabiduría humana y comenzara una religión.

En resumen, ¡las religiones del mundo no le ofrecen nada al hombre!
No hay:

  • Perdón.
  • Seguridad.
  • Esperanza.
  • Gozo eterno.
  • Solución al problema del pecado.
  • Justicia.
  • Reconciliación.
  • Vida eterna.

¿Ves por qué Jesús es mayor que cualquier fundador de los cultos e “ismos” del mundo?

Han pasado dos milenios desde su nacimiento, y aun así, hoy hay más cristianos vivos que todos los que han vivido combinados. ¡Cada día, 225,000 personas en todo el mundo confían en Jesucristo como su Salvador personal—más que en cualquier otro momento de la historia del mundo! ¡El impacto de Jesús en el mundo es mayor en este momento que en cualquier otro tiempo de la historia!

11. JESÚS Y VIDAS TRANSFORMADAS
A lo largo de los años, he pastoreado a personas que antes eran alcohólicas, adictas a las drogas, homosexuales o inmorales sexualmente. Intentaron de todo para liberarse de sus adicciones, pero buscaron en vano hasta que conocieron a Cristo resucitado como su Salvador personal. ¡Jesucristo cambió sus vidas para siempre!

12. JESÚS Y YO
No hay palabras en ningún idioma humano que describan adecuadamente la diferencia que Jesús ha hecho en mi vida personal. ¡Él me ama, me cambió para siempre y le debo todo!

Jesús dejó un legado sin igual, un hombre entre niños, un profesional entre aficionados, la verdad entre mentirosos, el “real” entre los pretendientes, el “… camino, y la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

CONCLUSIÓN
Jesús nunca escribió un libro…
Pero en la Biblioteca del Congreso de los EE.UU., hay catalogados 17,239 libros sobre Jesucristo—más que sobre cualquier otra figura histórica y aproximadamente el doble que sobre Shakespeare, el segundo lugar. Un académico de la Universidad de Chicago ha estimado que se ha escrito más acerca de Jesús en los últimos 20 años que en los veinte siglos anteriores combinados.

Jesús nunca ocupó un cargo político…
Pero más personas lo han escogido como líder que a cualquier otro en toda la historia.

Jesús nunca fue formalmente educado…
Pero tiene más estudiantes que nadie jamás tendrá.

Jesús nunca fue un terapeuta con licencia…
Pero ha ayudado a más personas que todos los consejeros, terapeutas, psicólogos y psiquiatras del mundo juntos.

Jesús no fue un artista…
Pero se han encargado más obras de arte sobre Él que sobre cualquier otra persona en la historia del mundo.

Jesús nunca escribió una canción…
Pero más canciones han sido cantadas sobre Él y para Él que sobre cualquier otro ser humano que haya vivido en este planeta.

Jesús nunca usó un reloj…
Pero su impacto es tan grande que medimos el tiempo por Él: Antes de Cristo (a.C.) y en el Año del Señor (d.C.).

Debes decidir quién es Jesús para ti. En efecto, solo hay tres posibles respuestas:

  1. Jesús fue un lunático.
  2. Jesús fue un mentiroso.
  3. Jesús es el Señor.

El teólogo y autor británico C.S. Lewis (1898-1963) lo expresó sabiamente:

“Un hombre que era simplemente un hombre y decía las cosas que Jesús decía no sería un gran maestro moral. Sería un lunático—del nivel del hombre que dice ser un huevo escalfado—o sería el mismo demonio del infierno. Debes tomar tu decisión. Este hombre era y es el Hijo de Dios, o era un loco o algo peor. Puedes encerrarlo como un loco, puedes escupirle y matarlo como a un demonio, o puedes caer a sus pies y llamarlo Señor y Dios. Pero no vengamos con ninguna tontería condescendiente sobre que fue un gran maestro humano. Él no dejó esa opción abierta para nosotros. No era su intención”.

Entonces, ¿quién es Jesús para ti? ¿Es un lunático? ¿Un mentiroso? ¿O es el Señor? Elige sabiamente, porque tendrás que vivir con las consecuencias de tu decisión por toda la eternidad.

No hay absolutamente ninguna duda sobre dónde está Jesús en este momento. Tenemos plena certeza de que está en el cielo, sentado a la derecha de su Padre celestial (cf. Marcos 16:19; Hechos 2:33; 5:31; 7:55-56; Romanos 8:34; Efesios 1:20-22; Colosenses 3:1; Hebreos 1:3; 8:1; 10:12; 12:2; 1 Pedro 3:22).

Si hoy estuviéramos celebrando tu funeral, ¿dónde estarías ahora mismo? Esa es una pregunta que todos debemos considerar, porque un día alguien estará celebrando nuestro funeral. La vida de Jesús ha impactado al mundo por toda la eternidad y más profundamente que la de cualquier otro hombre en la historia.

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