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Dic 27, 2021 10:25am
Lo que Una vez se Perdió
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Mientras celebramos la Navidad de este año, quiero animarlos a tener una “perspectiva de Dios” en esta temporada llena de esperanza que incluye todo tipo de celebraciones.

Las historias que Jesús contó en Lucas 15 que hablan de la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo pródigo, siempre han conmovido profundamente mi corazón. Recuerdo que, como nuevo creyente, la primera vez que escuché estas tres parábolas, mi corazón se conmovió ante la búsqueda y celebración total de lo que estaba perdido y fu encontrado. 

1) La Oveja Perdida 

Ahora los recaudadores de impuestos y los pecadores se estaban acercando para escuchar (a Jesús). Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: «¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?  Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso. Y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento. 

2) La Moneda Perdida

¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido. Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.

3) El Hijo Pródigo

«También dijo: Un hombre tenía dos hijos. Y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta… porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.»

Qué poderosas parábolas de las cosas perdidas y encontradas y la celebración de cada una. Al meditar en cada historia y en el Salvador que las contó, recuerdo cuando YO estaba perdido.

Verá, pasé los primeros 35 años de mi vida perdido y sin Jesús. ¡Ni siquiera sabía que estaba perdido! Claro, me sentí desesperado a veces, solo, incomprendido, temeroso y tomé muchas malas decisiones que afectaron mi vida y la de muchos de los que me rodeaban. Pero no tenía idea de que Dios había enviado a alguien a esta tierra para sacarme de la oscuridad de estar perdido y llevarme a la luz. Envió a Jesús en la forma de un niño en un pesebre: 

El niño Jesús nuestra esperanza,

El joven Jesús nuestro ejemplo, 

Jesús en la cruz nuestro Salvador, 

Jesús resucitado nuestro camino a un hogar eterno.

Entonces, en esta temporada navideña, cuando escuche y vea la historia de la Navidad, tenga ánimo y esperanza en saber que Él es la “Luz del Mundo.» 

Si es una moneda, una oveja o un hijo perdido, Jesús está esperando para celebrar el hecho de que ha sido encontrado y darle la bienvenida a la familia de Dios. Búsquelo hoy y descubra cómo es conocer a Jesús mientras le entrega su vida. Copyright © 2021 @https://purejoyinternational.blogspot.com/Ninguna parte de este artículo puede reproducirse o reimprimirse sin el permiso por escrito de Lifeword.org

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