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Recuerdo que en los 80´s y principios de los 90´s veíamos anuncios de cigarrillos en la televisión.

Por ejemplo, el hombre de Marlboro era un personaje rudo y las mujeres se desmayaban por él.

Las revistas mostraban lo divertido que era fumar con gente guapa posando, sonrisas pegadas en sus rostros con dientes blancos y sin rastro de arrugas.

Al principio, no ve muchos de los efectos del tabaquismo.

Es posible que vea que sus uñas se ponen un poco amarillas. Es posible que sus dientes se pongan de color y que tenga un poco de tos, pero en última instancia, los efectos no son inmediatos.

No es hasta años más tarde, después de haber estado fumando por un tiempo, que las señales realmente comienzan a mostrarse.

Se hace más difícil respirar, sus dientes definitivamente están peor ahora, sus arrugas bordean sus labios y su cara. Su tos es peor y le falta el aire con demasiada frecuencia.

Fumar es la principal causa de cáncer de pulmón.

Conduce a enfisema, asma, afección pulmonar obstructiva crónica, y una serie de otros problemas, incluido el aumento del riesgo de que le diagnostiquen una enfermedad cardíaca.

La gente muere de forma lenta y dolorosa a causa de los cigarrillos.

Mi padre fue uno de ellos.

Si bien los efectos no son evidentes al principio, definitivamente hay consecuencias por venir.

Uno de los hijos de Jacob, Rubén, el primogénito, tampoco pudo ver los efectos a largo plazo de sus elecciones.

«Aconteció que cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre. Lo cual llegó a saber Israel.» (Génesis 35:22)

¿Fue correcto en primer lugar que Jacob tuviera una concubina? La respuesta es absolutamente no.

Pero como le han dicho toda su vida, dos errores no hacen un bien. Jacob tendría que lidiar con sus propios pecados. La atención se centra aquí en las acciones de Rubén: se acostó con la concubina de su padre, quien, dicho sea de paso, era la madre de Neftalí y Dan, dos de sus medio hermanos.

Pero no se menciona nada más al respecto aquí.

Solo que sucedió.

De hecho, Rubén pudo haber pensado que se había salido con la suya sin las consecuencias.

Pero no es hasta que Jacob está en su lecho de muerte, entregando la bendición final a su familia, que la doble porción destinada al primogénito se le da a otra persona (Génesis 49:4).

Al igual que los efectos de fumar en una persona, podrían pasar años más tarde antes de que comiencen a aparecer.

Es posible que nuestros pecados no siempre tengan consecuencias inmediatas, pero la verdad es que tendremos que pagar por ellos.

Hoy, si estás viviendo una vida que persigue cualquier otra cosa que no sea Dios, apártate de ella.

Nunca es demasiado tarde para hacer un cambio.

Es posible que todavía sufras algunas de las consecuencias del pasado en esta vida, pero cuando confías en Jesús, aceptas su pago por la culpa de ellos.

No sufrirás la ira de Dios.

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