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Casi todas las mañanas durante los últimos años, he compartido mi tiempo devocional a través de Facebook. Empecé en Génesis y me di cuenta de que, para que las personas tengan el deseo de leer algo en Facebook, por lo general tienen que sentir que pueden relacionarse con esa persona.

Entonces, uso historias de mi pasado, cosas que me suceden a diario o algo con lo que las personas sienten que pueden conectarse o identificarse para poder entrar a sus casas.

Dios hizo lo mismo con Faraón.

«Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta. Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas. Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios.  Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos.» (Éxodo 7:1-5)

Mire el versículo uno: “Te he hecho como Dios para Faraón”. Cuando escuchamos esto por primera vez, es como, «¿qué»? Pero, consideremos quién era Faraón.

Los egipcios practicaban el politeísmo, es decir, adoraban a muchos dioses. Debido a su riqueza, poder y orgullo, el mismo faraón se creía un dios y los egipcios lo adoraban.

Entonces, para un hombre, un hebreo, entrar al palacio del Rey y exigir una audiencia (con quien pensaba que era un dios) era ridículo.

Pero Dios sabía esto. Dios sabía que tenía que encontrarse con Faraón donde estaba, así que Dios hizo de Moisés un dios a los ojos de este rey. Ahora Moisés sería su compañero a quien escucharía y no solo un humilde hebreo.

De manera similar, Dios sabía que para llegar a las personas, tenía que ayudarnos a relacionarnos. Dios vino a la tierra como hombre, Jesucristo.

Jesús fue tentado como nosotros y nunca pecó.

Jesús amó con profunda compasión.

Jesús buscó al Padre a través de la oración.

Jesús nos mostró con el ejemplo lo que era entregar nuestra vida por Dios.

Dios vino a nuestro encuentro donde estamos.

Dios está aquí a través de Jesucristo por el poder de Su Espíritu Santo y está extendiendo Su mano marcada por los clavos diciendo: «Venid a mí y hallad descanso».

¿Vendrá?

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