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Ago 26, 2022 09:41am

¿Su Pasado Aun Determina lo que Usted es Hoy?

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Si usted creció en Charlotte, conoce a este hombre. El Sr. Arms fue entrenador y maestro durante muchos años en la escuela. Una de las personas más amables que podrá conocer. Tenía una pequeña tienda cerca del campus llamada Arms Grocery donde los niños acudían después de la escuela en busca de delicias azucaradas y, por supuesto, de alguna pelea ocasional. Pero no importaba si había sido su entrenador o no. Incluso años después de su retiro, y hasta el día de hoy, es conocido por todos como el entrenador Arms.

Josué habia sido ordenado por Dios para que llevará a los israelitas a la tierra prometida. Antes de llevar a toda la nación al otro lado del Jordán, Josué envió dos espías para ver qué había más adelante y le informaran lo que encontraran.

»Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.» (Josué 2:1)

Ahora bien. Si usted es como yo, las preguntas se arremolinan en su mente en este momento. ¿Por qué irían a la casa de una ramera? ¿Es ahí realmente donde Dios los enviaría?

¿Quién era Rahab? Aquí dice que ella era una ramera. ¿Pero era este un título del que todavía formaba parte o le había quedado desde su pasado?

Considere este comentario de Matthew Henry: “La providencia de Dios dirigiendo a los espías a la casa de Rahab. No se nos dice cómo pasaron el Jordán; pero entraron en Jericó, que estaba a unas siete u ocho millas del río, estando allí, buscando una posada conveniente, fueron dirigidos a la casa de Rahab, aquí llamada ramera, una mujer que anteriormente había sido de mala fama, el desprecio se mantuvo en su nombre, aunque últimamente se había arrepentido y reformado. Simón el leproso (Mt. 26:6), aunque limpio de su lepra, llevó el oprobio de ella en su nombre mientras vivió; así Rahab la ramera; y ella es llamada así en el Nuevo Testamento, donde tanto su fe como sus buenas obras son alabadas.”

Aquí, Henry describe a una mujer que se había arrepentido de sus acciones pasadas y ya no está asociada con esa vida, pero todavía se la conoce con ese título.

A medida que continuamos leyendo, vemos en el versículo 6 cómo ella los escondió cuando llegaron noticias de que había espías en la ciudad.

»Mas ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los manojos de lino que tenía puestos en el terrado.»

¿Por que es tan importante esto? Por aquello con que los escondió, manojos de lino. Esta planta se usaba para hacer linos, cuerdas y bandas. Había que secarlo al sol antes de poder trabajar con él como material. Entonces, ¿por qué Rahab estaría en necesidad de trabajo, secando lino, si ya tenía una “carrera” como ramera?

Como mencionó Henry, tal vez esta mujer alguna vez fue una ramera, pero ahora ya no lo era, y el título y el desprecio fueron lo que quedó.

Como leeremos, Dios eligió usar a Rahab para proteger a su pueblo y por su valentía, fue recompensada.

Hace un tiempo una ramera y ahora una heroína.

Su historia plantea una gran pregunta sobre nuestra propia vida. ¿Su pasado todavía le define? ¿Alguna vez hizo algo y el título parece haberse quedado con usted al paso de los años? A los ojos de los demás, puede que todavía sea conocido de esa manera, pero para el Señor, usted es una nueva creación.

» De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.» (1 Corintios 5:17)

Usted ya no es quien solía ser. No importa lo que el mundo piense o diga, si ha puesto su fe en el Señor Jesucristo, ¡usted es una nueva creación! ¡Sus pecados son perdonados y ahora usted viste un manto blanco, cubierto de Su justicia!

¡Gloria a Dios!

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