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Jun 16, 2022 08:30am
¿Está Dando Frutos?
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Cada otoño, las hojas de mis árboles frutales cambian de color y comienzan a caer, soltándose mientras se preparan para el invierno. El árbol está inactivo durante los meses brutalmente fríos y luego, cuando emerge la primavera, también lo hace la vida del árbol. ¡Siempre se puede saber qué árboles están sanos y llenos de vida porque comienzan a brotar y pronto florecen! ¡Es mi época favorita del año!

Pero hay un árbol de durazno al que nunca le ha ido bien. No tiene un buen suelo, está en la cima de una colina, por lo que el agua se escurre con bastante rapidez, aparte de que los venados lo dañaron hace unos días atrás. Simplemente nunca se recupera del todo. Echará algunas hojas, pero parece que apenas y se mantiene en pie. De hecho, cavamos un agujero en otro lugar para moverlo. Sacarlo de ese lugar y plantarlo en uno nuevo podría ayudar a fortalecerlo. Allí puede tener mejor luz solar, agua y mejor suelo.

Los hijos de Israel se quejan una vez más. Sí, sé lo que está pensando. ¿En serio? ¿Otra vez? ¿Qué les pasa a estas personas? Dios los ha ayudado a superar muchas cosas y, sin embargo, las ignoran y se quejan y se quejan. Ahora, después de ver morir a los que desafiaron a Dios y clamaron contra Él al ser tragados por la tierra o asesinados por una plaga, lo hacen todo de nuevo. Todavía piensan que deberían tener tanto poder como Moisés y Aarón. Entonces, Dios lo resuelve.

«Luego habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara. Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví; porque cada jefe de familia de sus padres tendrá una vara. Y las pondrás en el tabernáculo de reunión delante del testimonio, donde yo me manifestaré a vosotros. Y florecerá la vara del varón que yo escoja, y haré cesar de delante de mí las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros.» (Números 17:1-5)

Las 12 varas se colocaron en el tabernáculo y Dios haría que una de ellas brotara y floreciera. ¿De quién sería?

«Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras.» (Números 17:8)

Aarón. Él era el hombre elegido por Dios. Su báculo fue el que floreció. ¿Por qué? Porque Dios ya había establecido que de la tribu de Leví serían los sacerdotes. De todos los hombres, él era el que estaba conectado con Dios. Sin el Señor, no hay fruto. Las otras varas habían sido cortadas de la fuente de vida, al igual que los hombres. Habían elegido su propio camino en lugar del de Dios. Y ahora vieron la prueba.

Sin embargo, podemos ser como ellos. Podemos estar inactivos, sin mostrar ningún signo de vida en absoluto. Tal vez sea porque alguien o algo le dañó hace mucho tiempo y los efectos aún le hacen pensar que no puedes tener una relación sana con el Señor. Tal vez está plantado en el lugar equivocado. No hay fuente de nutrientes, no hay forma de alimentarse y está sediento del agua viva.

En Juan 15:5, Jesús dijo: «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.»

¿Está dando mucho fruto en estos días? ¿O se siente dormido? ¿Qué necesita cambiar? Si está siguiendo al Señor, ¡será fructífero!

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