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No pasó mucho tiempo antes de que el pecado entrara en el mundo. El capítulo 3 de Génesis registra el evento cuando Satanás tienta a Eva a comer del fruto prohibido. Después de que la primera pareja come el fruto y cae en pecado, inmediatamente se esconden. ¡Imagine eso! ¡Tratando de esconderse del Dios que creó y conocía todos los posibles escondites y luego esperando no ser encontrado por un Dios omnisciente! 

En los versículos 8-9, Dios convoca a Adán y Eva a una reunión. Me imagino que fue algo así como visitar la oficina del director. La primera pareja supo que habían pecado y se avergonzaron. Ahora tenían que afrontar las consecuencias.

Todos sabemos lo que pasa después. Primero, Dios maldijo a la serpiente (Satanás) y dijo que desde ese día en adelante la serpiente se arrastraría sobre su vientre (Imagínense cómo se movía antes de ese momento).

A continuación, Dios anunció, entre otras cosas, que debido al pecado, los hombres de ahora en adelante tendrían que trabajar más duro con menos rendimiento y las mujeres tendrían que experimentar dolor en el parto. Además, la primera pareja sería expulsada del jardín y sus cuerpos ya no serían eternos. En cambio, algún día morirían. Peor aún, ese día, ellos también murieron espiritualmente.

Pero eso no es todo lo que sucedió en esa reunión. Después de que Dios anunció la maldición sobre la serpiente, pronunció esperanza para el futuro.

Note lo que Dios dice en el versículo 15: Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.»

La descendencia de la mujer mencionada en el versículo 15 es Jesús. Eso es correcto . . . ¡El primer anuncio del evangelio está en Génesis 3:15!

El pecado no puso fin a la misión de Dios de ser glorificado entre las naciones. No cambió la misión de la humanidad de ser fructífera y multiplicar portadores de imagen (hacer más personas) en todo el mundo. En cambio, el pecado empañó la gloria de los portadores de la imagen hasta el punto de que no glorificaron a Dios. Es por eso que Romanos 3:23 dice: «Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.»

Para lograr el propósito por el cual Dios creó a la humanidad, Su imagen debe ser restaurada en los humanos. La descendencia de una mujer, Jesús, vendría a restaurar esa imagen, y Jesús traería el segundo nacimiento. 

Así como todo el mundo nace en el pecado, por medio de Cristo nosotros renacemos en la justicia. Él nos hace una nueva creación, que refleja Su gloria. ¡Solo a través de Cristo podemos cumplir nuestro propósito creado de glorificar a Dios y llevar su imagen a todas las naciones!

Ese primer anuncio del evangelio fue vivificante e implicó el perdón del pecado que continúa empañando a la humanidad en la actualidad. La descendencia de Eva y quien aplastó y derrotó a la serpiente fue Jesús quien, miles de años después, vendría y ofrecería salvación, luz y esperanza a un mundo oscuro.

¿Conoce a Cristo? ¿Ha renacido a su imagen? 

Copyright © 2021 por Scott Attebery @https://scottattebery.com/christian-living/the-first-gospel-message/ Ninguna parte de este artículo puede reproducirse o reimprimirse sin el permiso por escrito de Lifeword.org.