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Dinamita.
Su explosión es poderosa y tiene un propósito: destruir.
Se ha utilizado durante años en la minería, atravesando montañas para construir carreteras y túneles y derribando edificios.
Puede parecer inofensiva a primera vista, pero cuando te das cuenta de lo que es capaz, sabes lo peligroso que puede ser.
Dinamita = destrucción.
En nuestra lectura de esta mañana, nos encontramos en Lucas 8:30-37. Jesús está en lo que se llamó la Decápolis. Era una zona de 10 ciudades griegas que se autogobernaban ya que no pertenecían a nadie. Conoce a un hombre poseído por demonios. Vemos en este pasaje a los demonios temblando ante Jesús, reconociendo Su autoridad y poder sobre ellos. El demonio habla y le dice a Jesús que se llama Legión, lo que significa que hay muchos demonios, miles, no solo uno.
¿Y qué están haciendo en este hombre? ¿Cuál es su propósito con él? Aquí hay algunas cosas que vemos en las Escrituras.
1. No tiene ropa ni hogar, ya que vive en los sepulcros.
2. Se rompería con las cadenas que le colocaron para sujetarlo y proteger a la gente de él.
3. Los demonios lo conducirían al desierto.
Todo lo que los demonios le hicieron a este hombre fue por una razón: destruirlo. De adentro hacia afuera, el hombre estaba siendo destrozado, pieza por pieza. La Escritura nos dice que los demonios habían estado en este hombre durante mucho tiempo. La gente sabía quién era. Ellos habían visto los horribles efectos que tenía en él. Y le tenían miedo. Estaba solo, atormentado y torturado, día tras día, año tras año.
Y entonces llega Jesús.
Expulsa los demonios del hombre a una manada de cerdos cercana. Corrieron por el acantilado hacia el lago y se ahogaron.
¡Y se escuchó mucha euforia por toda la ciudad! En realidad no.
¿No sería esa la reacción que esperarías? ¡La gente debería estar emocionada! ¡Este hombre acaba de ser sanado! ¡Se acabó el tormento! Pero en cambio, eligen a los cerdos antes que a la persona.
Están enojados por sus cerdos. El dinero se les escapó por el drenaje. Eso es lo que más les importaba. Y su ira humeaba dentro de ellos. Cuando oyeron lo que Jesús había hecho, no sólo se enojaron, sino que también tuvieron miedo.
Entonces, ¿qué hicieron?
Lucas 8:37
«Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió.»
Lo alejaron.
El objetivo principal de Satanás es robar, matar y destruir. Sus tentaciones pueden parecer inofensivas al principio, pero el peligro es real. Nuestro mundo juega con las cosas de Satanás y dice que no son gran cosa.
Pero Jesús tiene poder sobre todo. Él vino a salvarnos de la destrucción de Satanás y de la muerte, pero ¿qué haremos cuando Él nos ofrezca esa salvación?
¿Lo aceptaremos y seremos sanados? ¿O nos enojaremos y tendremos miedo y lo ahuyentaremos?
Oro para que elijas ser sanado. Y celebrar cuando otros hagan lo mismo.
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