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Las palabras, susurradas por mi esposa, me asombraron mientras veíamos un video de Phil Wickham en YouTube. Estábamos sentados en la sala de la casa de mis padres, disfrutando del compañerismo con ellos y mi hermana mientras escuchábamos varias canciones de adoración en la televisión mientras platicábamos.
Para que tenga una idea, soy el director de jóvenes y líder de la iglesia infantil a medio tiempo en mi iglesia local. En una rotación alterna, los domingos por la mañana enseño a los niños una vez por mes, seis meses al año. Cuando no estoy enseñando a los niños, usualmente estoy en el ministerio de sonido. Debido a eso, puedo estar solo unos cuantos domingos sentado con la congregación durante el servicio de adoración.
Realmente no había pensado en cuánto tiempo había pasado desde la última vez que verdaderamente adoré hasta que mi esposa me preguntó.
«Probablemente en SOAR», respondí.
La adoración siempre ha sido una de mis partes favoritas de las conferencias SOAR a las que he asistido. Soy amigo de varios miembros de la banda, SOAR Collective, y todos ellos son personas talentosas y genuinas que aman dirigir la adoración. Estando de pie allí en medio de cientos de otros pastores de jóvenes, líderes, familias y adolescentes, siendo conducidos ante el trono por un conjunto tan talentoso, fue fácil concentrarse en cantarle a Dios y adorarlo a través de la letra de las canciones.
Pero SOAR fue hace casi un mes. Si bien es posible que haya tenido una o dos sesiones de adoración privadas en el automóvil camino al trabajo, eso casi nunca pasa todos los días, y ahora me doy cuenta de que no es suficiente.
Porque la adoración no se trata solo de cantar canciones. Es una postura del corazón, reconociendo la bondad, santidad y dignidad de Dios y magnificar esos atributos en relación con uno mismo. La adoración, ya sea a través del canto o de otra manera, es un reconocimiento del Señorío de Dios.
Entonces, ¿por qué no puedo adorar desde la sala de sonido? ¿Por qué no puedo adorar ni siquiera con las canciones que se cantan en la iglesia de los niños? La adoración no se trata de la ubicación física. No se trata de nosotros. Se trata de Dios.
Sin embargo, admitiré que hay algo especial en adorar en medio de otros creyentes. Es por eso que la adoración en SOAR es tan poderosa. Es por eso que me siento con mas deseo de adorar un domingo por la mañana cuando estoy en la congregación que cuando tengo agendado estar en la sala de sonido o enseñando a los niños como uno de los pocos adultos en la sala. Pero incluso en esas situaciones, debo acercarme al Padre con un corazón de adoración.
Dios merece nuestra adoración. Él no merece tener que esperar hasta que sea un momento conveniente para nosotros, que tengamos a las personas adecuadas a nuestro alrededor y las luces se atenúen de la manera correcta y la batería, los pads y que el teclado creen una atmósfera que agite nuestra emociones. El merece nuestra adoración ahora, en todo momento, magnificando Su nombre y alabando Su santidad.
Me alegra que mi esposa me haya hecho esa pregunta. Me detuvo en seco e hizo preguntarme por qué la respuesta no era “Esta mañana en la iglesia de los niños” o “Hace unos minutos, mientras sonaba la última canción”. Estoy agradecido por el recordatorio de que puedo y debo adorar a Dios en cualquier lugar y en cualquier momento.
¿Y qué me dice de usted? ¿Cuándo fue la última vez que adoró?
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