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Es difícil expresar con palabras lo que ven los ojos y lo que siente el corazón.

He visto algunas cosas hermosas en esta vida, y mis descripciones simplemente no son suficientes. Los colores otoñales de los arces en Vermont, que bordean los caminos con curvas a través de las Montañas Verdes: rojos profundos, naranjas y amarillos brillantes. ¡Las variaciones de color son tan brillantes! Pero tratar de describirlo para que se haga una idea y también sienta su genialidad… bueno, para eso tiene que estar allí.

Las aguas turquesas de Belice, que se extienden hasta donde alcanza la vista, se encuentran con el cielo más azul que pueda imaginar. Los colores vibrantes, las aguas cristalinas, el sonido de las olas rompiendo y el sol brillando en el agua… es difícil describir la escena, para hacerle ver exactamente lo que hice. Incluso mis mejores intentos se quedan cortos. Usted debía haber estado allí.

Ahora es su turno. Estoy seguro que hay alguna escena hermosa grabada en su memoria. Incluso esas imágenes no pueden capturar la magnificencia de lo que vio. Ya sean montañas, puestas de sol, campos de flores silvestres, cascadas o incluso el momento en que vio a su bebé recién nacido por primera vez, es difícil expresar con palabras lo que ven los ojos y lo que siente el corazón.

«Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel: y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron.» (Éxodo 24:9-11)

¿Puede imaginar? Estos hombres vieron a Dios. No en una zarza ardiente, no en una columna de humo, no en el viento, ¡sino al Dios real! Ni siquiera puedo comenzar a saber lo que habría hecho. Probablemente habría estado tan asombrado que inmediatamente caería al suelo adorándolo, indigno incluso de contemplarlo.

Pero estos hombres vieron y trataron de describirlo lo mejor que pudieron. Zafiro azul, ¿lo ha visto? En su forma cruda, podemos confundirnos en la profundidad del color. Es más que increíble. Y eso es lo que vieron bajo los pies de Dios. Luego describe el cuerpo del Cielo “en su claridad”. Esta palabra en realidad significa Su «brillo» o Su «gloria». ¿Cómo describiría usted eso? Es difícil expresar con palabras lo que ven los ojos y lo que siente el corazón.

Hace años, Mercy Me (Misericordia de Mi) sacó una alabanza llamada «Solo puedo imaginar». Tan real y crudamente, pone nuestras preguntas en forma de canción… ¿qué hará cuando vea a Jesús?

¿Estará ante Él como Su hijo, cubierto por Su gracia y misericordia? ¿O se presentará ante Él en el juicio?

Puede que no sepamos cómo describirlo o qué haremos cuando veamos su gloria, pero la Biblia nos dice que TODOS caeremos ante él.

«Para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla    en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor    para la gloria de Dios Padre.» (Filipenses 2:10-11)

¡Qué hermoso será!

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