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A veces, todo lo que le rodea parece estar desmoronándose.
- Sus hijos están tomando malas decisiones…
- Parece que no puede comunicarse con su cónyuge…
- Noticias recientes del médico le han quebrantado…
La mayoría de la gente hace una de estas dos cosas en estos escenarios.
Opción #1: Desmoronarse, también.
Todo lo que tiene que hacer es dejar que sus circunstancias determinen su actitud. Y su actitud, como dicen, determinará su altitud.
Es fácil caer en esta trampa de creer que nada puede o nunca va a mejorar. Esa es la mentira que empieza a repetir en su cabeza y a compartir con sus amigos más cercanos. Cuando cae en la autocompasión, empieza a ahogarse en la desesperanza.
Pero la desesperanza es el lugar más peligroso de la vida, y usted y yo nunca tenemos que estar allí.
Siempre, siempre hay esperanza. Siempre hay una salida, una forma de subir, una forma de avanzar. Siempre.
Opción #2: No hacerlo.
Usted fue creado con enormes recursos mentales.
La ayuda espiritual está a una oración de distancia.
Usted puede superar esto. Nació para superar esto.
Obviamente, cuando llegan noticias devastadoras, es apropiado sentir conmoción y desesperación. Pero no se quede allí demasiado tiempo. Recupere su esperanza.
A menudo he oído que “la esperanza no es una estrategia.» Si todo lo que usted está hablando es una ilusión, entonces eso es cierto. No se puede simplemente desear su camino a mejores condiciones.
Pero la esperanza se restablece cuando se adoptan ciertas estrategias cuando las cosas se ponen realmente difíciles, como:
- Lea y deténgase en cosas que son buenas, nobles, verdaderas, positivas, prometedoras.
- Recuérdese que la marea siempre vuelve a subir. El mercado siempre se recupera. El sol siempre vuelve a salir.
- Párese derecho y camine con confianza. Haga físicamente lo que hace cuando piensa en su nivel más óptimo.
- Hable con Dios. Dígale cómo se siente: lo bueno, lo malo y lo feo. Él puede manejarlo.
- Hable con un consejero, un amigo, un mentor. Una cuerda trenzada no se rompe fácilmente.
- Ascienda desde el valle, mire a su alrededor y encuentre un nuevo camino adelante.
Recuerde: «Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8:31 RV60).
Recuerde: «Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó» (Romanos 8:37 RV60).
Recuerde: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13 RV60).
Recuerde: «Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación. Este es mi Dios y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré» (Éxodo 15:12)
Recuerde: «Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.» (2 Timoteo 1:7)
Cuando todo se esté desmoronando… no lo permita. Después del impacto, busque la Luz y de otro paso.
Copyright © 2019 por Brandon Cox @ https://brandonacox.com. Usado con permiso. Ninguna parte de este artículo puede reproducirse o reimprimirse sin el permiso por escrito de Lifeword.org
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