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Ene 22, 2024 10:53am
Tu Eres Su Testigo
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No hace mucho fui testigo de un accidente. Un hombre tomó una curva a gran velocidad y pareció que simplemente perdió el control y su camión cruzó la carretera y chocó de frente contra un árbol. Vi como salió su cuerpo del vehículo y quedó al costado de la carretera.

Llamé al 911 y corrí a ayudar. Sin saber el alcance de las lesiones internas, le hablé con calma y tranquilidad, animándolo a intentar permanecer quieto. Tomé su mano y oré con él hasta que llegó la ayuda.

Una vez que lo cargaron y lo llevaron en ambulancia vino un policía a tomarme declaración. 

¿Qué pasó? ¿Qué viste? ¿Qué sabes?

Intenté calmar mi corazón acelerado y contarle cada detalle al oficial. Sabía que era importante ser preciso y contar exactamente lo que veía, nada más y nada menos.

«Los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas. Y llamó Juan a dos de sus discípulos y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio. Y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.»

Lucas 7:18-23

Juan el Bautista había sido elegido por Dios para ser el precursor del Mesías. Debía proclamar la venida del Señor y la necesidad del arrepentimiento. Se había difundido la noticia de que Jesús de Nazaret realizaba milagros y curaciones. Juan envió a dos de sus discípulos para ver si esto era cierto y para preguntar si Él era en verdad el Mesías que Dios había prometido.

Jesús responde demostrando su poder y autoridad. Sanó a muchas personas allí mismo, delante de ellos, y les dio instrucciones de ir a Juan y contarle todo lo que habían visto.

Serían testigos de Jesucristo. Tenían un relato de primera mano de quién era Él y qué estaba haciendo. Vieron Su poder en acción y llegó el momento de contar su historia.

¿Has encontrado a Jesucristo? Si has sido salvo, tú también tienes una historia que contar. Has sido testigo de primera mano del poder de Dios en tu propia vida. ¿No te ha cambiado? ¿No te ha mostrado Él los pecados en tu vida de los que debes arrepentirte? ¿No te corrige Él diariamente cuando haces mal? ¿Has sido redimido y hecho nuevo?

Es hora de contar tu historia. ¡Habla de su poder! Así como Jesús instruyó a estos hombres, vayan y cuenten lo que han visto y oído. Jesús hace ver a los ciegos, caminar a los cojos, cura enfermedades, da oído a los sordos y resucita a los muertos. Él ofrece todo esto a través de la vida eterna en el cielo con Él. Ve y da este mensaje a todos los que veas. ¡No sólo a los ricos que pueden ofrecerte algo a cambio, sino a los pobres que están desesperados por tener esperanza!

Cuenta tu historia.

Cuenta la historia de Jesús.

Tu eres Su testigo.

Copyright © 2022 por Yalanda Merrell Lifeword.org. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este artículo puede reproducirse ni reimprimirse sin el permiso por escrito de Lifeword.org