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En julio de 2018, mi pastor en Antioch en Conway, Arkansas, el Dr. Jason Aultman, le pidió a cada uno de los directores de departamentos nacionales y estatales que eran miembros de la iglesia que predicaran un domingo del mes. Me sentí guiado a compartir un mensaje titulado «Cómo ser el jugador más valioso (MVP) de su pastor», que fue mi versión de un esfuerzo que John Maxwell encabezó a principios de la década del 2000. 

La tesis del mensaje era transmitir que lo más importante que podemos hacer por nuestro pastor es orar por él todos los días. No hacer súplicas en su nombre a través de oraciones vagas, sino interceder con especificidad. 

Charles Spurgeon afirmó que nuestra vida de oración a menudo se puede comparar con nosotros caminando por un almacén: vamos de aquí para allá dando vueltas, pero realmente no pensamos mucho en lo que estamos haciendo. 

Para ayudar a nuestra iglesia a implementar el desafío del mensaje, le pregunté a nuestro pastor de antemano cuáles eran sus tres mayores necesidades de oración. Afirmo que las tres solicitudes que dio a conocer entonces son aplicables a todos los pastores, misioneros y ministros en general en la actualidad. Por favor considere lo siguiente cuando ore por su líder.

Su familia

A menos que haya tenido la experiencia de vivir en la familia de un pastor, no tiene idea de la carga inherente que algunos miembros de la iglesia imponen a su esposa e hijos. Según Brian Croft en un artículo de mayo de 2020 en la revista Tabletalk, «El ochenta por ciento de los pastores encuestados dijeron que el ministerio ha tenido un efecto negativo en sus familias» 

Afirma además que la investigación muestra que la mayoría de los miembros de la iglesia esperan que su pastor y su familia vivan con un estándar moral más alto de lo que viven ellos mismos, lo que lleva a la proverbial ‘burbuja de cristal'» 

Un líder de la iglesia necesita suficiente margen para pastorear a su familia antes de pastorear la iglesia. Los miembros deben tener en cuenta los límites que le permiten priorizar su inversión en su esposa e hijos. Hace años el hermano Arnold Knight compartió: «Después de mirar hacia atrás en mi ministerio, desearía haber pasado más tiempo con mis hijos y menos tiempo preocupado por los miembros descontentos de la iglesia.» 

Vitalidad espiritual

Los domingos llegan muy rápido. Debido a muchas responsabilidades secundarias, el tiempo de un pastor en la Palabra a menudo puede limitarse a la preparación de un sermón. Tal acción no necesariamente construye su vitalidad espiritual. 

En su libro Liderando en vació, Wayne Cordeiro afirma que el 85% de lo que hacemos lo podríamos delegar, el 10% de lo que hacemos podríamos capacitar a alguien para que lo haga, pero el 5% de lo que tenemos que hacer solo nosotros podemos hacerlo.  Este 5% superior se relaciona con su esposa e hijos (como se mencionó anteriormente), su salud y su tiempo con el Señor. Nuestro pastor debe tener la latitud marginal para concentrarse en su 5% superior, y en la parte superior de esa lista está su caminar personal con Dios. No puede llevarnos a donde no ha estado y no puede darnos lo que no tiene.

Una visión clara

En Proverbios 29:18 (a), Salomón escribe: «Donde no hay visión, el pueblo perece» Este versículo no se refiere a la importancia de la visión en el liderazgo, sino a la importancia de un entendimiento claro de la Palabra de Dios y sus directivas. 

El pastor tiene la gran responsabilidad de buscar la revelación divina y luego guiar a su pueblo en consecuencia. Su desafío es discernir la diferencia entre las últimas modas de liderazgo y las verdades eternas de la Palabra de Dios. 

Luego, como dice Henry Blackaby, no debe “vender la visión” sino comunicar lo que Dios ha revelado, confiando en que el Espíritu Santo preparará los corazones. Esta no es una tarea pequeña, y la intervención divina en nombre de su rebaño es primordial. 

En conclusión, para los pastores de nuestras iglesias, ustedes tienen lo que considero el llamado más alto del mundo. Este llamado es la pasión de tu vida. Consecuentemente, aunque usted y su familia no estén cansados ​​del ministerio, pueden estar cansados ​​en el ministerio. Así que no intentes ser un llanero solitario. Comparte tus cargas con tu iglesia y dales la oportunidad de interceder por ti. 

Para los miembros de nuestras iglesias, seamos fieles en orar específicamente por lo siguiente: 

 – que Dios bendiga a la familia de su pastor para que puedan prosperar en su llamado 

 – que Dios sostenga la vitalidad espiritual de su pastor para que pueda prosperar en su predicación

 – que Dios haga que su visión sea muy clara para su pastor para que pueda prosperar en su dirección, ¡todo para la gloria de Dios!

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