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Esta semana tuve una conversación con una amiga acerca de los tatuajes. Y me llevó a pensar. Ella dijo…
«Tengo muchas ganas de tener una pequeña cruz en mi muñeca… pero no me siento digna de la cruz en este momento.»
Vaya, esa es una declaración honesta. Es una declaración hermosa. Si tan solo pudiera decir eso todos los días.
Declaraciones como esas abren las bendiciones más poderosas del cristianismo. Se los explicaré:
No Tenemos Ningún Botín.
La realidad de que Jesús tuvo que morir en la cruz es prueba de que no tenemos ningún botín. Cada vez que miramos la cruz, toda la obsesión por uno mismo, la jactancia, la autosuficiencia y la autoconfianza deberían desinflarse. ¿Por qué? ¡Porque lo pusimos ahí! Nuestros pecados lo retuvieron allí. Así que pasamos desapercibidos ante el rey crucificado, sin nunca vernos por encima de los demás. O dignos de cualquier cosa, en realidad.
Sin embargo, ese no es a menudo el caso conmigo y mi corazón. «¿Debería hacerme un tatuaje de una cruz? Pues, es obvio. Soy pastor. Y tengo un blog Cristiano. ¡Y leí la biblia hoy durante una hora! Soy digno de la Cruz. Más que la mayoría de la gente.” Pero ese no es el camino a la bendición, a la cercanía con Cristo.
¿Con Quién es Jesús Más Amable?
Pero en el momento en que examina su propia vida y siente el peso de sus fracasos, y cuando mira la cruz y siente el peso tanto de su indignidad como de la gracia de Jesús, es cuando Jesús se vuelve muy querido para usted.
Solo después de que se haya tropezado con su presencia, sin nada más que sus desilusiones, vergüenzas y fracasos totales en la vida, se da cuenta de que Él está ahí para usted.
Y siempre ha estado. ¿Por qué? Bueno, Jesús es más amable y gentil con los más pecadores. Nuestros pecados mueven a Jesús no a la ira sino a la ternura hacia usted.
Cuando su corazón no solo está de acuerdo con esta verdad, sino que la abraza, Jesús se vuelve precioso para usted. El Evangelio se convierte en una buena noticia. La Cruz ya no es locura, sino pura gloria ardiente. Es entonces cuando las bendiciones del cristianismo en esta vida se abren.
Jesús le amó y se entregó a sí mismo por usted (Gálatas 2:20). ¿Ha oído algo mejor que eso hoy?
¿Entonces mi amiga era digna de un pequeño tatuaje de la cruz? Uh, no. Pero por eso le expliqué que debería hacérselo. ¡Qué gran historia para compartir con quienes pregunten!
Copyright © 2019 por Justin Talbert@ https://getgroundedministries.com . Usado con permiso. Ninguna parte de este artículo puede ser reproducida o reimpresa sin permiso por escrito de Lifeword.org.
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