Blog
¡El mundo está hecho un desastre! En todo el globo hay guerras, rumores de guerras, incertidumbre y agitación. Las naciones están en desorden. Las familias están fragmentadas, divididas y destrozadas. Las personas están confundidas y viven con depresión, ansiedad y un miedo paralizante. Muchos se preguntarán, ¿qué debe hacer una persona?
Hace casi 2.000 años, el apóstol Pablo escribió: «Los días son malos» (Efesios 5:16). Todos podemos relacionarnos. Mil años antes de eso, el rey Salomón escribió sobre el mal en el libro de Eclesiastés, recordándonos que no hay nada nuevo bajo el sol. Desde la caída del hombre, este mundo ha estado en caos, y seguirá estándolo hasta el regreso del Rey Jesús. Hasta entonces, estamos llamados a navegar estos tiempos peligrosos.
Como hija de Dios, no camino sola. Jesús dijo que tendríamos problemas, pruebas y tribulaciones en esta vida, pero debemos tener valentía, consuelo y alegría porque Él ha vencido al mundo (Juan 16:33). La Palabra de Dios nos asegura que Él nunca nos dejará ni nos abandonará. Entonces, podemos decir con confianza:
«El Señor es mi ayudador; no temeré; lo que me pueda hacer el hombre» Hebreos 13:6. En el libro de Santiago se nos recuerda que debemos considerar un gozo enfrentar diversas pruebas porque la prueba de nuestra fe produce constancia, paciencia y resistencia. Santiago continúa: «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada» Santiago 1:5. Es cuando estamos pasando por tiempos difíciles que más necesitamos sabiduría.
Obtén sabiduría. Obtén entendimiento. No la abandones. La sabiduría es lo principal. Cuánto mejor es obtener sabiduría que oro y obtener entendimiento que plata. Estas son las verdades reveladas en la Palabra de Dios. Su Palabra también nos dice dónde obtener sabiduría. «El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su loor (alabanza) permanece para siempre» Salmo 111:10. El temor del Señor no es un miedo de terror o temor, sino una santa reverencia hacia el Creador del cielo y la tierra. El temor reverencial a Dios, el respeto por su Palabra y el deseo de hacer su voluntad nos llevan por senderos de justicia y nos ayudan a caminar en este mundo con sabiduría divina.
La humanidad necesita sabiduría de lo alto porque la sabiduría del mundo es «terrenal, animal, demoníaca» (Santiago 3:15). La sabiduría que ofrece el mundo produce envidia, discordia, confusión y toda obra maligna. «Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz.» Santiago 3:17-18.
Si no tienes paz, clama al Príncipe de Paz. Si no tienes sabiduría, busca al que la da. Jesús es la respuesta para corazones atribulados, vidas rotas y tiempos caóticos. Si perteneces a Dios, tendrás paz en medio del caos y tendrás sabiduría para dar cuando todo el mundo busca respuestas. Que seamos aquellos que lleven a los que no tienen esperanza hacia el Dios de toda esperanza. Y que caminemos con sabiduría hacia aquellos fuera de la fe. «Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.» Daniel 12:3.
Copyright © 2023 by Kimberly Williams @ www.kimberlywilliams.org No part of this article may be reproduced or reprinted without permission in writing from Lifeword.org.