Blog
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” Miqueas 6:8 RVR1960
En el contexto el Dios eterno con cariño y compasión pregunta a su pueblo. “Pueblo mío ¿Qué te he hecho, o en qué te he molestado?” ¿acaso en vez de eso no te colme de favores? ¿Por qué actúas así?
Nuestro amado Dios había hecho cosas extraordinarias con su pueblo Israel, en primer lugar los libro de la esclavitud, Israel vivía bajo el látigo y el trabajo arduo para Faraón, en esta condición clamó por un libertador y Dios escucho sus palabras. los saco de Egipto con mano poderosa y los condujo a una tierra donde fluye leche y miel.
En segundo lugar, les dio líderes idóneos como Moisés, Aarón y María. Moisés no era perfecto, pero era un líder ejemplar, alguien resumió su vida con las siguientes palabras “Moisés gastó 40 años pensando que era alguien, 40 años aprendiendo que no era nadie y 40 años descubriendo lo que Dios puede hacer con un nadie.” Dios cambió el corazón de Moisés y lo utilizó grandemente en su obra.
En tercer lugar malogro los intentos de Balaam de maldecir a su pueblo. Cuando el pueblo de Israel acampo en los campos de Moab, toda la ciudad de Moab tuvo gran temor, entonces Balac rey de Moab mando llamar a un profeta falso llamado Balaam para que maldijese a Israél. Una maldición era una palabra pronunciada, que se creía que atraía la desgracia sobre aquel que la recibía. Sin embargo Dios se apareció a Balaam y le instó a bendecir a Israel y no a maldecirlo.
En cuarto lugar abrió de forma milagrosa el río Jordán delante de ellos para que su pueblo pasase en seco. Como ven ves tras ves Dios mostró su gracia sobre su amada nación. Y lo que único que él exigía de ellos era “hacer justicia, amar misericordia, y humillarse ante su Dios”. ¿acaso no era razonable hacer esto y hacerlo con todo el corazón?
Sin embargo, el pueblo no lo hizo, en vez de consagrar su vida a su señor, cambiaron esto por una serie de ritos religiosos hipócritas y un corazón perverso y pecaminoso.
Saben, nuestra vida se parece mucho a la nación de Israel, Dios derrama su gracia, misericordia y bondad a nuestras vidas en cada momento y aun así le pagamos mal.
¿Porque no dedicamos un tiempo en el día de hoy, para agradecerle por su luz, por su aire, por su agua, por esos paisajes hermosos, por esas criaturas tan bellas que puso a nuestro cuidado, por esos dones y talentos que él nos dio, por nuestra familia, por nuestra iglesia, por nuestro país, por esas segundas, y terceras y muchas oportunidades que nos da para cambiar?
¿Porque no nos humillamos delante de su presencia y agradecemos por el regalo mas precioso que él nos ha dado? ¿Por qué no agradecemos por ese salvador precioso, quien en una cruz mostró cuánto nos amaba? ¿porque en gratitud no consagramos nuestra vida a él y la colocamos bajo su servicio.? ¿Por qué no hacerlo? ¿acaso hacer eso no es lo más razonable del mundo?
–Paul Tinoco Huaraca
PUBLICA UN COMENTARIO