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“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.” ‭‭Romanos‬ ‭12:1‬ ‭RVR1960‬‬

¿Por qué es que muchos cristianos viven vidas tristes, desmotivadas y apáticas? ¿Por qué es que muchos cristianos no sirven a su Señor como realmente deberían hacerlo? La respuesta es bien sencilla. La fuente de su motivación no es la correcta. Buscan motivación en todo menos en Dios.
El apóstol Pablo apela a las misericordias de Dios como la fuente de motivación correcta para vivir una vida consagrada a él.

El pastor Paúl Washer comenta al respecto “a veces los jóvenes me preguntan: hermano Paúl “¿Cuál es el secreto? ¿Cómo es que predicas de la manera que lo haces? ¿Cómo es que vemos el poder de Dios? ¿Cuál es el secreto, hermano Paúl? Él me encontró en un charco de vómito, ese es mi secreto. Que no soy muy sabio o noble, soy el jefe de todos los pecadores, yo era lo más vil de todo lo vil, y Jesús me salvo, ese es mi secreto. Muchos me dicen ¿Cómo puedes orar así? ¿Cómo puedes predicar así? ¿Qué aprendiste en tu tiempo devocional? ¿de dónde obtuviste esa gran motivación? ¿la obtuviste de algún versículo que leíste? Ustedes no entienden, él me salvo de lo que yo era, no hay ningún secreto, no hay ninguna clave, excepto que yo era el peor del grupo y él me salvo. ¿Qué más se necesita para motivarme? ¿no es la salvación suficiente?”

¿no paso lo mismo con nosotros?, el tuvo misericordia de nosotros, cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, cuando vivíamos en esclavitud y bajo condenación eterna, él nos salvo. y fue por su muerte en esa cruz, que la mugre de nuestro pecado fue limpiada. ¿no es eso maravilloso? ¿Cómo no exaltarle? ¿Cómo no servirle? ¿Cómo no entregar nuestra vida en sacrificio vivo, santo agradable a Dios? és su amor y su misericordia el motor y el motivo para vivir una vida en gratitud eterna a nuestro Señor.

Para que un animal sea sacrificado en el Antiguo testamento, tenía que cumplir ciertos requisitos: no tenía que estar enfermo, ni tenía que tener manchas ni defectos físicos. Cuando nuestro Señor Jesucristo, el sacrificio perfecto por nuestros pecados llegó a la cruz, también cumplió este requisito, fue un sacrificio puro y santo delante de Dios. El apóstol Pedro dijo de él “el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente” ahora cuando el apóstol Pablo se dirige a los creyentes, nos exhorta a hacer lo mismo, a presentar nuestro cuerpo en sacrificio santo”

¿Qué quiso decir con esto? Los instrumentos que normalmente se utilizan para una intervención quirúrgica, antes de ser usados por el Médico Cirujano, son colocados a un esterilizador donde las temperaturas altas destruyen toda contaminación e impureza, solo de esta forma pueden ser instrumentos útiles y desempeñar un excelente trabajo. Si un Médico utiliza un instrumento contaminado, en vez de ayudar, solo va a perjudicar a su paciente quien puede morir de una infección terrible. El apóstol Pablo en su carta a Timoteo le escribe lo siguiente “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra”

Dios desea santidad en nuestra vida práctica, así como todo sacrificio, esto no es una tarea fácil, tenemos que colocarnos delante del altar y dejar que el fuego de Dios haga morir cada día lo terrenal en nosotros, toda impureza, todo mal pensamiento, todo acción pecaminosa debe ser destruido, solo así seremos instrumentos de honra, santificados, útiles al Señor y dispuestos para toda buena obra.

–Paul Tinoco Huaraca