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“Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: Por qué me has hecho así?” ‭‭Romanos‬ ‭9:20‬ ‭RVR1960‬‬

En el contexto de este versículo vemos el tema de la elección soberana de Dios, y para esto el apóstol Pablo coloca como ilustración a Faraón y a Moisés, ambos pecadores y homicidas, ambos merecían la ira y el juicio de Dios por su pecado, sin embargo, uno recibió misericordia y el otro simplemente recibió juicio. Ante este hecho surge la pregunta ¿Cómo Dios puede culpar a alguno de pecado e incredulidad, si él mismo ha determinado en su soberanía el destino de esa persona? ¿no es acaso Dios injusto al hacer esto?

Ante esta pregunta, el apóstol Pablo responde con dos preguntas a la vez.

La primera pregunta es ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? aquí vemos una imagen de un juzgado, donde el hombre no solo actúa como Juez, sino también como el fiscal acusador, y la acusación no es contra otro hombre sino contra su creador, y la pregunta que surge a esto es ¿Quién se cree el hombre para que discuta contra Dios en su propio rostro? Pudiera ser que su pregunta es aparentemente correcta sin embargo ante la soberanía de Dios está pregunta esta fuera de lugar e incluso es inadecuada e impertinente.

Esto no significa que Dios no tenga respuestas para las preguntas honestas que algunos hombres hagan, sino que va dirigida específicamente para aquellos que utilizan como excusa este tipo de aparente contradicción para justificar su incredulidad y pecado.

La segunda pregunta que hace es ¿dirá el barro al que lo formo: porqué me has hecho así? Esta pregunta es un poco humorística ya que nunca se ha visto ni verá tal cosa. el alfarero toma al barro entre sus manos y la usa como él quiere, así como él tiene potestad sobre el vaso de barro que ha formado, así también Dios tiene autoridad sobre todo lo creado.

En resumen el apóstol Pablo dice: asi como es irracional que un pedazo de barro discuta con su creador, asi de irracional es que el hombre discuta y sea arrogante ante la elección divina de ciertos pecadores para salvación.
Dios es soberano, en su soberanía puede elegir a algunos para salvación aún antes de la creación del mundo, el eligió a Moisés y a Pablo, ¿eran ellos mejores que otros hombres? Absolutamente no, es más Pablo mismo señala que era el peor de los pecadores, sin embargo, Dios los eligió y ellos se salvaron. ¿y porque lo hizo? Simplemente porque Dios lo quiso así. Ahora el hecho de que Dios haya elegido a algunos para salvación no significa que eligió a otros para condenación. Asi como en las escrituras encontramos la doctrina de la elección, también encontramos la doctrina de la gracia libre. Dios ofrece salvación gratuita a todo aquel que va a él en arrepentimiento y fe. 2 Pedro 3:9 dice “el Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” Dios nunca rechaza a alguien , todo el que quiera puede ir a él, él no desea que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento. Si faraón o cualquier otro se hubieran rendido delante de él, les aseguro que ellos también hubieran alcanzado salvación, sin embargo no lo hicieron y como consecuencia fueron condenados. En resumen, podríamos decir que la Salvación es del Señor y todo aquello que tiene que ver con condenación es responsabilidad del hombre.

No es racional discutir con Dios, se que hay muchas cosas que son difíciles de entender en las escrituras sin embargo no dudemos de su amor, gracia, fidelidad y justicia. No pongamos como excusa el hecho de no entender algunas cosas que Dios hace como justificación de nuestro pecado, sino por el contrario ofrezcamos nuestra vida en ofrenda agradable delante de él.

–Paul Tinoco Huaraca