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Mateo 5:10 “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.”
¿Desea ser feliz? ¿Quién no desea ser bendecido, estar contento y feliz? Yo creo que todos. Sin embargo al estudiar el texto vemos algo sorprendente . Jesús dice “bienaventurados, felices o dichosos, aquellos que padecen persecución”
Decir esto no esta muy de moda en nuestros días, lo natural es decir “felices los que alcanzan el éxito y la popularidad” “felices aquellos que son amados por todos” “felices los que logran el sueño americano”. Para un Judio y especialmente para un fariseo ser perseguido era una manifestación del desagrado de Dios, Cualquier mal que le podía ocurrir a una persona sin razón aparente lo atribuían al pecado de la persona y en consecuencia al castigo de Dios. Aun los mismos discípulos de Jesús pensaban esto, cierto día al ver a un ciego de nacimiento preguntaron a Jesús ¿este nació ciego por su pecado o el pecado de sus padres?.
Entonces para ellos y aun para muchos de nosotros el escuchar las palabras “felices los que padecen persecución” nos suena algo raro, algo extraño, algo contradictorio. Sin embargo no lo es.¿Por qué razón muchas personas malas e impías que conocemos parece que progresan, no tienen problemas e incluso ni siquiera les da un resfrío? Mientras que muchas personas justas son perseguidas, padecen dificultades e incluso lloran? La razón es sencilla.El creyente no pertenece a este mundo y en consecuencia el mundo lo aborrecerá.
No es que la forma como vive un cristiano es simplemente distinto a la forma como vive una persona sin Dios,sino que su estilo de vida es contraria al estilo de vida del mundo. Tan opuesto el uno del otro, tan contrarios como la luz y las tinieblas, el bien y el mal, la bondad y la perversidad, el amor y el odio.
A través de los siglos vemos esto. Los creyentes en la iglesia primitiva experimentaron esto, fueron acusados de inmoralidad porque celebraban la fiesta ágape; de canibalismo porque “comían el cuerpo y bebían la sangre” del Señor en la Santa Cena; de ateísmo porque solo adoraban a un Dios; de deslealtad al Imperio Romano porque rehusaban rendir culto al emperador. ¿no pasa lo mimo hoy en día? Tal vez tu digas, pero yo no experimento persecución, yo me llevo bien con mis compañeros de trabajo, yo no tengo problemas con la sociedad? La razón es bien sencilla, tal ves nos seas un verdadero creyente o simplemente tu corazón se ha vuelto insensible al pecado.
El mundo nos va a aborrecer, recuerdo hace algún tiempo, que uno de mis jefes en el trabajo en un evento deportivo me llamo y me invitó un vaso de cerveza, yo le dije que no tomaba y rechace su invitación, el guardo resentimiento en su corazón y algunos meses después me saco del trabajo injustamente.
Si solo somos cristianos silenciosos y mundanos, tal ves no te ocurra nada, pero tan pronto estés en contra del aborto, la inmoralidad, la borrachera, la injusticia, las fiestas paganas, el homosexualísmo y toda una serie de practicas propias de este mundo, estate preparado que la gente te va a odiar, te va a despreciar, te echaran del trabajo e incluso te pueden llegara quitar la vida.
No te extrañes cuando te pase esto, nuestro señor Jesucristo dijo que pasaría ““Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Acordaos de la palabra que os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán”
Entre el cristiano y cristo hay una identificación tremenda, aun en la persecución, nuestro Señor anduvo haciendo bienes, sin embargo fue perseguido hasta la muerte. el apóstol Pablo llevaba una vida cristiana ejemplar, sin embargo experimento vituperios, azotes, y cárceles. ¿Qué estas experimentando tu? Una de las marcas de un cristiano es el sufrimiento por la causa de Cristo.
Este mundo no es nuestro hogar, así que no esperes nada bueno de él, nuestra casa es el reino de los cielos.un día no muy lejano nuestras lagrimas serán transformadas en alegría, nuestra persecución en consuelo, nuestra lealtad en coronas, estaremos al lado de nuestro salvador, mientras que aquellos que han actuado injustamente con nosotros serán condenados y separados de la presencia de Dios por toda la eternidad.
–Paul Tinoco Huaraca
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