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“Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.” ‭‭S. Mateo‬ ‭12:50‬ ‭RVR1960‬‬

En medio de la actividad ministerial y de enseñanza de nuestro Señor Jesucristo, alguien le pasa la voz de que su madre y sus hermanos querían conversar con él. ¿Cuál era el motivo por el cual maría y sus hermanos fueron a buscarlo? Según el libro de Marcos ellos vinieron con la disposición de llevarlo consigo a casa porque decían que estaba loco. (Marcos 3:21).

Cuando Jesús oye que su familia esta afuera, responde ¿Quién es mi madre y quienes son mis hermanos? Jesús utilizo este evento para enseñar a sus seguidores que las relaciones familiares quedaban en segundo plano ante el compromiso con Dios y su obra. Luego extendió su mano hacia sus discípulos y les dijo “ustedes son mi madre y mis hermanos. Seguramente mas de uno se sorprendió y se dijo dentro de si ¿yo? Y luego añadió todo aquel que hace la voluntad de mi padre que esta en los cielos, ese es mi hermano y hermana y madre.

Ahora aquí vemos 2 cosas interesantes, en primer lugar Jesús dice que el ingresar a su familia espiritual esta al alcance de todos. Por eso dice “todo aquel” blanco y negro, varón y mujer, joven y viejo, rico y pobre, esclavo y libre, educado y analfabeto, judío o gentil, todos pueden llegar a formar parte de su familia.

Y en segundo lugar vemos que aquellos que forman parte de su familia espiritual tienen una característica peculiar y es que son obedientes a la voluntad de su Padre, en contraste toda persona que no forma parte de la familia de Dios tiene una característica y esa es la desobediencia. Bien lo expreso el Apóstol Pablo en su carta a los Efesios donde dice “en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”
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Y la pregunta que surge a esto es ¿eres obediente a la voluntad de Dios? ¿o eres obediente a la voluntad de Satanás? La respuesta a esta pregunta determinara en que lado de la moneda te encuentras. La condición de un hombre sin Cristo es simplemente vivir para si mismo, tiene tiempo para todo menos para Dios en su vida. Servir, evangelizar y discipular es algo desconocido para él, sin embargo las fiestas, la inmoralidad y los deleites pasajeros de este mundo es aquello que da alegría a su corazón.

El formar parte de la familia de Dios es un privilegio y a la ves una responsabilidad tremenda. Tenemos una misión, tenemos la voluntad de Dios revelada en su palabra, Dios nos ayude a vivir cada día en obediencia a sus mandatos.

–Paul Tinoco Huaraca