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“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” ‭‭S. Marcos‬ ‭10:45‬ ‭RVR1960‬‬

Este es uno de los versículos más hermosos en toda la Biblia, el Hijo del Hombre, nuestro Señor Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores, el autor y sustentador de la vida, la joya más preciosa que este mundo conoció, dejó su gloria y esplendor y vino al encuentro del hombre. Creo que no hay anda mas hermoso que ver al creador del universo viviendo al lado de sus criaturas.

Lo lógico era que naciese rodeado de luces y grandeza, bajo el cuidado de los mejores profesionales de salud y bajo la supervisión de la realeza, lo lógico era que el mejor hospital en este mundo cerrara sus puertas para atender exclusivamente el nacimiento del Mesías, sin embargo, todo fue diferente.

No hubo para él lugar en el Mesón y solo las puertas de un humilde pesebre se abrieron delante de él. el mundo tan centrado en sí mismo, tan centrado en su trabajo, tan centrado en su familia, tan centrado en su religión y en los afanes de este mundo, ignoro, menospreció y tuvo en poco el nacimiento de su Rey.

Sin embargo, esto no afecto su corazón ya que él tenía un corazón de siervo. Mientras que a los grandes gobernantes, ministros y gente renombrada de nuestro tiempo les encanta las luces y las palmas, les gusta que la gente los mime y los sirva, les ceda el asiento en las primeras filas y les concedan todos sus caprichos.

El marco la diferencia, dice el texto “porque el hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos” aquí vemos el propósito por el cual vino Jesús al mundo, en dos palabras servir y dar. El no vino para ser servido, él no vino para ser famoso, ni poderoso, ni reconocido en su tiempo, el no vino para llamar la atención de la gente, ni para tener éxito, ni para que una calle o avenida principal lleve su nombre, el vino a servir. Y ¿Qué es servir? Es entregar tu tiempo, recursos o talento por el bien de las demás personas, es ayudar a alguien con actos de sacrificio, es entregarse genuinamente a si mismo sin importar quien reciba la gloria.

Si vemos detenidamente la vida de nuestro maestro nos daremos cuenta que su vida siempre estaba orientada hacia el bien del prójimo, se levantaba por la mañana y oraba a su padre por sus seguidores y por los que habían de creer, luego se dedicaba a la enseñanza de las multitudes que lo seguían, también invertía mucho tiempo en sanar a los enfermos y dedicaba un tiempo especial cada día con sus 12 discípulos. Su servicio fue tan intenso y sacrificial que aún lo llevó a la misma muerte.El siervo dió su vida como una ofrenda por el rescate de muchos.

¿Qué de nosotros? Si Jesús vino a este mundo para servir y dar, ¿no creen que estamos aquí por la misma razón?

El coronel James Irwin, ex astronauta que fue parte integrante de la tripulación que tuvo el éxito de caminar en la luna, dijo en cierta ocasión “mientras regresaba a la tierra comprendí que yo era un siervo, no una celebridad. Así que estoy aquí como siervo de Dios en el planeta tierra, para compartir con ustedes lo que he experimentado, a fin de que todos conozcan la gloria de Dios”. que hermosas palabras, cuan bien nos haría recordar siempre esta frase “delante de Dios somos siervos no una celebridad.»

–Paul Tinoco Huaraca