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“Jehová reinará eternamente y para siempre.” Éxodo‬ ‭15:18‬ ‭RVR1960‬‬

Estas palabras son las letras de un cántico que entonaron Moisés y los hijos de Israel después que cruzaron el Mar Rojo por medio de la mano poderosa de Dios quien dividió el mar en dos para que su pueblo pasase en seco.

Al contemplar nuestro vasto universo, vemos orden y propósito, esto se debe a que hay un ser infinitamente sabio, inteligente y todopoderoso que lo diseño y lo creo; y todo esto fue creado por medio de su amado Hijo, Dios el Hijo es el creador de todo el universo. Juan 1:1,3 dice “en el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios…todas las cosas por él fueron hechas y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” y este Dios todo poderoso creador del cielo la tierra y el hombre ha querido establecer su reino eterno en el universo, en la historia y en medio de los hombres.

Nuestro maravillosos Dios creo los cielos y la tierra y en medio de ella puso al hombre quien fue corona de su creación, lo puso para que fuese su administrador y mayordomo, sin embargo el corazón del hombre se llenó de orgullo y vanidad y desobedeció y dio la espalda a su creador, sin embargo a pesar de todo lo ocurrido el plan eterno de Dios no fue destruido, su plan sigue adelante lo único es que no se ha de cumplir con el primer Adán en el huerto del Edén, sino con el postrer Adán, nuestro Señor Jesucristo.

Dios hace muchos años atrás escogió a un hombre llamado Abraham e hizo un pacto incondicional con él, le dijo “ Abraham vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré y haré de ti una nación grande, y te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendición, bendeciré a los que te bendijeren y a los que te maldijeren maldeciré y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”, a Abraham le nació Isaac y a Isaac Esaú y Jacob, Jacob siendo el menor fue escogido por Dios y a este Dios le dio doce hijos, y a través de uno en particular llamado Judá proviene la familia de Isaí, quien fue padre de David.

El pacto que Dios hizo con Abrahám lo reitera y lo amplia con David. 2 Samuel 7:16 dice “y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro y tu trono será estable eternamente” esta promesa tuvo su cumplimiento en la persona de Jesús, quien fue descendiente de David. Cierto día el ángel Gabriel se presentó a una joven llamada María y le dijo los siguiente “María no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su Padre y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”.

En muy poco tiempo Dios cumplirá su promesa, ese pequeño que nació en un humilde pesebre y vino como un siervo a este mundo, en medio del cual fue despreciado, desechado y matado, un día no muy lejano volverá como Rey y su Reino no tendrá fin. Los reinos humanos con su corrupción, injusticia, materialismo, idolatría y carnalidad pasarán para siempre y no quedará vestigio alguno de ellos, sin embargo, el Reino de Dios será eterno, en medio del cual reinará con justicia, paz, santidad, luz y gloria. Que maravilloso Rey el que tenemos.

Hasta cuando no entenderemos que la vida no gira alrededor de nosotros, hasta cuando no entenderemos que aquí solo somos siervos y como todo siervo tenemos que rendirnos a su palabra y obedecer fielmente sus mandamientos. ¡hay de aquel quien no lo haga!

–Paul Tinoco Huaraca