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“Jehová es mi pastor; nada me faltará.” ‭‭Salmos‬ ‭23:1‬ ‭RVR196

De todos los salmos, este es uno de los más preciosos, así como la flor más bella en el jardín, este salmo sobresale entre todas las demás. Es el salmo de David, cuya labor en su juventud era el pastorear ovejas. En este salmo él compara a su Señor como él buen pastor y a él como su oveja.

Comienza diciendo “El Señor es mi pastor” en otras palabras yo soy posesión suya, cuando nosotros estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, él por amor pagó el precio de nuestro rescate, ahora le pertenecemos a él. El no es pastor de todos en general, sino que él es nuestro pastor, él es nuestro guía, él nos protege, él nos guarda y él vela por cada uno de nosotros en particular.

Él es el buen pastor, y así como todo pastor nos provee de todo lo necesario para poder vivir y desarrollarnos, dice el texto “nada me faltará”, a su lado tenemos todo lo necesario para vivir, con él no carecemos de nada.

Él nos da protección, así como un pastor protege a sus ovejas de algún ladrón o lobo rapaz, en Cristo estamos seguros. Esta es la razón por la cual el apóstol Pablo dijo a los Romanos “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Él nos da amor, oí de cierto pastor que ataba los pies de una oveja cada vez que iban a pasar un riachuelo o un lugar peligroso, y la llevaba entre sus hombros, ya que esta oveja era tan rebelde que saltaba por todos lados y corría el riego de morir y de llevar consigo a otras ovejas. Ante esta situación muchos de nosotros lo resolveríamos fácilmente haciendo un buen caldo de cordero con esta oveja rebelde, sin embargo, no él buen pastor. Lo mismo hizo nuestro Señor Jesucristo con nosotros, aun rebeldes , él por amor entregó su vida para salvarnos.

Él nos da alimento, así como el buen pastor, busca los mejores pastos y las mejores aguas, nuestro Señor Jesucristo, provee todas nuestras necesidades físicas y espirituales. Recuerdo hace algunos años me encontraba sin trabajo en una ciudad nueva donde casi no conocía a nadie, y de pronto la amiga de mi esposa nos llama por el teléfono y al día siguiente, mi esposa y yo conseguimos trabajo. Es hermoso experimentar como Dios ha provisto toda necesidad física tanto en mi hogar como en la misión que hemos comenzado, por otro lado, también nos provee de alimento espiritual a través de su palabra. la Biblia es el pan, la miel, la leche y la carne que necesitamos para crecer cada día y ser mejores cristianos. Él sermón del domingo por mas bueno que sea no es suficiente para nutrir nuestra alma, necesitamos cada día abrir este maravilloso libro, meditar en él, guardarlo en nuestro corazón y estar dispuesto a ponerlo por obra.

El guía nuestro camino, asi como un pastor dirige a sus ovejas por el camino correcto, en Cristo sabemos con exactitud de dónde venimos, porque estamos en este mundo y hacia donde nos dirigimos. El es él mapa del viajero y la brújula del piloto, con él caminamos seguros y confiados.

Y si alguna oveja en el camino ha sido lastimada, el buen pastor venda sus heridas, de la misma forma no importa la aflicción que estemos enfrentando, ni los problemas que estemos atravesando, Dios está con nosotros “aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, por tu estarás conmigo”

Y si alguna de sus ovejas se ha extraviado o ha caído en el hoyo, el buen pastor deja a las noventa y nueve y va en busca de la extraviada, que hermoso es saber esto, no importa en qué foso nos encontremos, ni que pecado hayamos cometido, el buen pastor está listo para levantarnos, restaurarnos y llevarnos donde su rebaño.

Que hermoso pastor tenemos. Gracias amado Jesús.

–Paul Tinoco Huaraca