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“Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.” ‭‭Salmos‬ ‭139:4‬ ‭RVR1960‬‬

Dios nos conoce de una manera maravillosa, el conoce todo de nosotros, el nos contempló cuando éramos solo un pequeño embrión, cuando nuestros huesos y órganos se formaron en el vientre de nuestra mamá, él estaba ahí. Al momento de nacer, al momento de gatear y dar nuestros primeros pasos, el sonrió al vernos tambalear. El conoce nuestra niñez y adolescencia, juventud, adultez y senectud , el conoce cada palabra que hemos pronunciado, cada pensamiento que hemos concebido y cada acción que hemos realizado.

El conoce nuestros defectos y virtudes, nuestra vida pública y nuestra vida privada, nada escapa de sus ojos. Podríamos viajar al corazón mismo de la selva y él esta ahí, podríamos descender al océano mas profundo y él esta ahí, podríamos escapar a otro planeta y el estará ahí. El nos conoce mucho mas de lo que nosotros nos conocemos a nosotros mismos, Aun nuestros cabellos los tiene todos contados Conoce cada lágrima y dolor que hemos experimentado en medio de días grises, conoce nuestros momentos de gozo y alegría, conoce nuestras horas llenas de soledad y compañía, el lo conoce todo y aun así nos ama.

Conoce nuestra naturaleza caída y pecadora, conoce nuestro dolor y lágrimas en medio de la oscuridad mas profunda, conoce nuestra miseria y depravación total, conoce nuestra sentencia y conoce nuestro fin sin él. Por tal motivo se hijo hombre, habito entre nosotros y por amor a la humanidad camino a aquella cruz para pagar por el castigo que nosotros debíamos de pagar.

El conoce el momento en el cual acudimos a él dejando toda esperanza de salvarnos a nosotros mismos, el conoce el día en el cual nos arrepentimos de nuestros pecado y colocamos nuestra fe en el salvador, es mas él lo tiene registrado en su libro.

Él conoce que nuestra vida en este mundo es solo como la introducción de un libro, él sabe que lo mejor esta por venir, y aunque en este mundo experimentemos aflicción, persecución, dolor y muchas lágrimas, el conoce que este no es nuestro hogar y que un día no muy lejano, cuando nuestro corazón deje de latir, estaremos levantando polvo de oro en las calles de gloria y gozaremos de la presencia de nuestro amado salvador para siempre. Entonces aquellos momentos grises quedarán en el olvido y la luz de Cristo brillará por toda la eternidad.

Así que cuando vayamos a el en oración no nos preguntemos ¿Señor me estas escuchando? Pues aun cuando ni siquiera hemos pronunciado la primera frase, el ya conoce todas nuestra oración. El conoce absolutamente todo de nosotros y aun así nos ama y nos escucha ¿Nos les parece maravilloso? Y si el cuida de las aves y los lirios del campo, cuidará también de ti.

–Paul Tinoco Huaraca