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‬“Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido.” Hechos 4:34 RVR1960‬‬

Había una necesidad tremenda dentro de la iglesia en Jerusalén, el número de creyentes crecía a través de la expansión del evangelio, y dentro de este grupo había gente de toda clase social, gente rica, así como gente pobre, gente que tenia muchas posesiones, así como gente que se encontraba en necesidad.

Los creyentes en Jerusalén al ver esto, no cerraron su corazón ni tampoco sus bolsillos, sino por el contrario comenzaron a vender sus bienes y propiedades, esto lo hicieron de manera voluntaria, nadie estaba ahí amenazándoles con un garrote obligando a que la gente lo hiciera, ellos lo hacían de forma voluntaria, ellos tenían en común todas las cosas al punto de que nadie podía almorzar tranquilamente viendo que su hermano estaba padeciendo hambre.

¿Qué motivo tal desprendimiento? En el contexto vemos 2 razones. La primero razón es que había una unidad extraordinaria en la iglesia primitiva, ellos veían a la iglesia como un cuerpo, y si en el cuerpo alguien llora, todos lloraban con él, y si alguien se goza, todos se gozaban con él y si alguien en el cuerpo tenia alguna necesidad, todos buscaban la manera de suplir esa necesidad.

La segunda razón es que ninguno en la iglesia de Jerusalén consideraba que sus posesiones eran propias, en otras palabras nadie se sentía dueño de nada, ellos entendían bien claro que todo lo que tenían le pertenecía al Señor. Y esta es una verdad esencial en la vida cristiana. ¿De donde lo aprendieron? De nuestro Señor Jesucristo, el cierto día al ver que una grande multitud lo seguía por motivos equivocados, se acercó a ellos y le dijo lo siguiente “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”

¿Qué significa esto? El pastor Steve Lawson comenta al respecto “¿acaso esto significa que debes comprar un boleto para entrar al cielo? ¿acaso esto significa que tienes que liquidar todo tu patrimonio y comprar la salvación? ¿acaso esto significa que tienes que firmar un boto de pobreza y vivir sin ninguna posesión durante el resto de tu vida? eso no es lo que Jesús esta diciendo. Lo que Jesús esta diciendo, es que cuando tú haces este compromiso de seguir y de venir en pos de él, no solo tu vida entera ahora le pertenece a Cristo, sino que también tus posesiones en su totalidad ahora le pertenecen a Cristo… todo lo que tienes ha sido ya transferido bajo el señorío de Jesucristo, tu no eres dueño de nada en absoluto, él es el dueño, el es poseedor de todo ahora en tu vida, tu ahora eres un administrador. Un administrador sirve en la casa de su amo y supervisa las posesiones de su amo, eso es lo que tu y yo somos y un día al final de este tiempo estaremos ante el tribunal de Cristo y daremos cuentas a nuestro amo acerca de como usamos sus posesiones en este mundo. ¿las invertimos en el reino de Dios? ¿las usamos para la gloria de Dios? o acaso simplemente las usamos para nosotros mismos.”

La iglesia en Jerusalén después de vender todas sus propiedades, el dinero lo entregaba a los apóstoles, estos no se quedaban con el dinero y se enriquecían de manera ilícita, como muchas veces que pasa en nuestros días, sino por el contrario lo repartían de un amanera adecuada, según la necesidad de cada uno.

¿Qué de nosotros? ¿Somos buenos administradores de los recursos que Dios puso en nuestras manos? ¿Estamos atentos a las necesidades de las demás personas, o solo pensamos en nosotros mismos? Dios nos ayude a tener el corazón que tenía la iglesia primitiva, un corazón desprendido, un corazón que tenia las manos abiertas ante las necesidades de los demás.

–Paul Tinoco Huaraca