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“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” S. Mateo 5:16 RVR1960
Siempre que la luz se va en nuestra casa, salgo corriendo en busca de alguna vela para alumbrar nuestro hogar, seria bien tonto que después de haber conseguido una vela lo colocara dentro de una caja esperando que cumpla su función, la luz cumple su propósito cuando es colocada en la parte mas alta de una habitación, de la misma forma todo cristiano no debe de esconder su luz, sino por el contrario debe de brillar a todo hombre en todo lugar y en todo momento.
El no hacerlo es semejante a un joven al llegar a su casa después de un campamento se encuentra con su madre y ella le pregunta ¿Cómo te fue en el campamento? Todo bien contesta él, nadie se entero de que era cristiano. Muchos intentan ocultar la luz que llevan dentro, sin embargo tarde o temprano esta luz se hará evidente.
El pastor Evis Carballosa comenta lo siguiente “En el texto vemos un mandato de nuestro Señor y ella es :“deja que tu luz alumbre” Las lámparas de la antigüedad usaban aceite y una o varias mechas. Esas mechas tenían que ser recortadas a medida que se quemaban para que la luz pudiese brillar. Del mismo modo el cristiano tiene que limpiar su vida para que el poder del Espíritu Santo obre en él y la luz de Cristo pueda brillar con fuerza.
Esta luz representa las buenas obras del creyente, no es propio de nuestra naturaleza pecaminosa el realizar buenas obras, pero en el momento de nuestra salvación ocurrió algo maravilloso: el amor de Dios fue derramado en nuestro corazones y es ese amor la fuente por el cual podemos mostrar amor a nuestro prójimo.
En el libro de J. R. R. Tolkien, El Hobbit, el mago Gandalf explica por qué escogió un pequeño Hobbit como Bilbo para que acompañara a los enanos a pelear contra el enemigo: «Saruman cree que solo un gran poder puede mantener a raya el mal, pero mi experiencia es otra. Descubrí que son las pequeñas acciones diarias de personas comunes las que mantienen alejada la oscuridad; los pequeños actos de amor y bondad». Que interesante, son las pequeñas acciones diarias de personas comunes las que mantienen alejada la oscuridad.
Dejemos que nuestra luz brille, pero no con el fin de exhibirnos a nosotros mismos, sino con el propósito de glorificar a nuestro Dios, siempre que alguien hable bien de nosotros o nos considere un modelo a seguir, debemos de responder lo siguiente “no esta en mi, lo que ves es solo la gracia y la bondad de Dios conmigo y nada más” solo así nuestro Dios será glorificado y se llevara la gloria que solo él se merece.
–Paul Tinoco Huaraca
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