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“Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; Mas la erudición de los necios es necedad.” ‭‭Proverbios‬ ‭16:22‬ ‭RVR1960

El agua es uno de los elementos vitales que necesita nuestro organismo para vivir, casi el 70 % de nuestro cuerpo contiene agua y sin ella viviríamos solo unos pocos días en esta tierra. Una de las grandes bendiciones que Dios ha dado al mundo son los manantiales, esas fuentes naturales de agua que brotan de la tierra o entre las rocas. ¿se imaginan encontrar un manantial en medio de un desierto? Sería una tremenda bendición para el viajero, de la misma forma es el hombre sabio y entendido a sus amigos.

Sus palabras y consejos son como manantial de vida que resulta en bendición abundante al que lo recibe. Por el contrario, las palabras de un hombre necio solo traen maldición y no sirven para nada.

Al largo de todos estos años he llegado a entender una gran verdad y es que “Dios me ama y todos tienen un plan maravilloso para mi vida” todos los días converso con familiares, amigos, vecinos y hermanos en la fe y todos los días recibo consejos de como tengo que vivir, de cómo tengo que criar a mis hijos, de cuáles deben ser mis metas y anhelos en la vida y de cómo alcanzar el éxito.

Sin embargo, tengo que prestar mucha atención, ya que se con seguridad que muchas de sus palabras y consejos me pueden ayudar y con el tiempo ser una mejor persona o por el contrario me pueden perjudicar y dañar y ser una peor persona.

Si usted busca algún consejo sobre un determinado tema o situación, asegúrese primero que la persona a quien se lo pida sea sabia, que conozca la palabra de Dios y que la aplique a su diario vivir, ya que de lo contrario simplemente estará recibiendo un consejo que a la larga no le servirá de nada.

Por ejemplo, ante la pregunta ¿es bueno castigar físicamente a los hijos? Nuestra sociedad, respaldada por la gran mayoría de doctores y psicólogos te dirá “nunca castigues físicamente a tus hijos” sin embargo Dios en su palabra dice “No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá.” Ahora ¿a quién hacer caso? Bueno, les podría contar por experiencia propia algo que me paso, recuerdo que cuando era adolescente era un muchacho muy flojo en los estudios, casi todas las tardes me la pasaba jugando fútbol y perdiendo el tiempo, un día mientras salí a jugar fútbol un compañero mío llegó a mi casa para preguntar sobre una tarea que habían dejado, como no estaba ahí, mi papá lo recibió, saco mi cuaderno y lo comparó con el de mi compañero y la comparación no me ayudo en nada, no había hecho un montón de tareas, ni siquiera estaba al día en mis clases, así que después de una larga jornada deportiva llegue a mi casa y mi papá me estaba esperando en la puerta. Ese día fui castigado como nunca antes y hasta el día de hoy lo recuerdo, sin embargo, asunto arreglado, esa fue la mejor cura para un muchacho rebelde y flojo. Los siguientes tres años saqué diploma y me gradué con honores en la escuela.

Dios es nuestro creador, nadie en este mundo nos conoce mejor que él y nadie en este mundo sabe lo que es mejor para nosotros que nuestro amado sustentador, así que vivamos conforme a su palabra, en La Biblia tenemos las respuestas a todos los problemas que el hombre enfrenta cada día, incluso a la muerte, así que la próxima vez que escuches a alguien exponer la palabra de Dios o darte un consejo basado en ella, presta mucha atención y guárdalo en tu corazón como una joya preciosa y si por el contrario escuchas la voz y el consejo de un hombre necio simplemente deséchalo de tu vida, ya que de lo contrario afectara tremendamente tu proceder.

Bien decía Martín Lutero “cualquier enseñanza que no se encuadre con las escrituras debe ser desechada, aunque haga llover milagros todos los días”

–Paul Tinoco Huaraca