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“En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” Juan 15:8 RVR1960

Fuimos creados para glorificar a Dios, llevar una vida que de gloria y honra a nuestro Dios es el privilegio y el deber mas grande que tiene todo creyente.

¿Cómo podemos glorificar a Dios? Nuestro Señor Jesucristo lo dice de una forma bien sencilla y práctica: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos” aquí vemos dos cosas interesantes, la primera es que una de las características de un discípulo de Jesús es que produce fruto espiritual, y lo segundo que vemos es que Dios desea que produzcamos no uno ni dos, sino mucho fruto espiritual y para que así sea, tenemos que esforzarnos y trabajar con el corazón.

¿Qué es un fruto espiritual? En las escrituras encontramos varias clases de fruto espiritual. En primer lugar, fruto espiritual son las actitudes espirituales que caracterizan a los creyentes Gálatas 5:22 dice “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” mis amados hermanos debemos de dedicar tiempo en cultivar nuestro ser interior, lo que nosotros somos es mas importante que lo que nosotros hacemos, nuestra piedad es mas importante que nuestros dones y talentos, nuestra integridad es mas importante que nuestro ministerio, y nuestra alma y corazón es mas importante que el éxito y el tamaño de nuestra congregación.

En segundo lugar un fruto espiritual es la alabanza a nuestro amado Dios. Hebreos 13:15 dice “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre” cada día debemos de alabar a nuestro Dios y debemos de hacerlo con el corazón, con entendimiento, con alegría y gratitud por sus múltiples bondades.

En tercer lugar el amor sacrificial para satisfacer las necesidades de los demás, es llamado fruto espiritual. El apóstol Pablo recolectó una ofrenda para los necesitados en la iglesia en Jerusalén, en referencia a esto escribió a los Romanos “Así que, cuando haya concluido esto, y les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España” Nuestro amor a Dios se evidencia por medio de nuestro amor a las demás personas. Y si alguien esta pasando alguna necesidad ¿Cómo podemos cerrar nuestro corazón a ello? debemos de tener un corazón que este atento a las necesidades de las demás personas y ver como podemos suplir cada una de ellas.

Y por último la Biblia habla de fruto espiritual en relación a los nuevos creyentes. Pablo expresó lo siguiente a la iglesia en Roma “No quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles” Pablo deseaba ganar personas para Cristo cuando este en Roma, el deseaba tener un fruto espiritual entre ellos, así como un árbol de manzanas da manzanas y un árbol de naranjas da naranjas, el fruto de un discípulo de Jesús es otro discípulo, para que ello suceda tenemos que invertir nuestra vida en la vida de las demás personas, creo que no hay mejor forma de mostrar nuestro amor al prójimo que invirtiendo nuestro tiempo, dinero y recursos en el bienestar de los demás.

Un discípulo dinámico hace esto, el no se queda sentado en la iglesia esperando a que la gente llegue, él va en busca del perdido, él comparte con valentía y sin temor el evangelio, y una vez alguien se convierte, él dedica horas, días y años en hacer que ese pequeño bebe espiritual crezca por medio de su enseñanza y por medio de su testimonio, el produce fruto y no se conforma con discipular a uno, sino va en busca de otro y otro y otro.

Dios nos ayude a cada uno de nosotros a ser discípulos dinámicos, discípulos que con su vida dan gloria y honra a Dios.

–Paul Tinoco Huaraca