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Sep 20, 2018 21:44pm
Enfocados En Lo Mas Importante
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“Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.” ‭‭2 Timoteo‬ ‭2:22‬ ‭RVR1960‬‬

El apostol Pablo escribe a su hijo en la fe Timoteo, en esta época Timoteo tenia alrededor de 37 a 42 años de edad, se encontraba en la hermosa etapa de la juventud, y como todo joven seguramente era tentado mas de una vez para alejarse del Señor y seguir sus propios deseos pecaminosos.

Pablo comienza dándole un consejo “huye”, huir no siempre es visto de buena manera, casi siempre es considerado como un signo de cobardía, sin embargo cuando la tentación se presenta ”no razone ni discuta con ella, no le grite pasajes bíblicos, simplemente corra, corra como si fuera un edificio en llamas que esta a punto de caerle encima. Si usted decide quedarse y pelear ya ha perdido la batalla.

¿De que tenia que huir Timoteo? Dice el texto “huye de las pasiones juveniles”, de esos deseos pecaminosos que podríamos resumir en tres formas. La primera el deseo de placer sexual, esa pasión desordenada por poseer el cuerpo de otra persona que no te pertenece, lo segundo es el placer material, es ese deseo desmedido por poseer bienes materiales como la última casa y el carro del año, y en tercer lugar el deseo de poder, es ese deseo de ser reconocido y ser catalogado como el número uno, un deseo de brillar y ser ascendido a costa de las demás personas. De esto tenia que huir Timoteo, de esto tenemos que huir cada uno de nosotros.

Luego Pablo le da otro consejo “no basta con huir de Las cosas malas, tienes que correr hacia lo bueno” sigue la justicia, la fe, el amor y la paz”. William Hendriksen comenta al respecto “la justicia es ese estado de corazón y mente que esta en armonía con la ley de Dios, la fe es la confianza humilde y dinámica en Dios, el amor es un profundo afecto personal por los hermanos y un interés benevolente hacia tus enemigos y la paz, una comprensión sin perturbaciones y perfecta con todos los cristianos. Eso tenia que seguir Timoteo, eso tenemos que seguir nosotros.

Alguien que ilustra bien este texto es José. La esposa de su amo Potifar puso sus ojos en él y le dijo “acuéstate conmigo” sin embargo él no quiso. José no era como muchos creen un hombre de piedra, era un joven de sangre caliente en sus veintitantos años, él no estaba casado, era viril, guapo, no tenia que rendirle cuenta a nadie y estaba fuera de la vista del esposo de la mujer; lo mas natural era ceder, pero José no lo hizo. Él tenia muy presente la lealtad a su amo y principalmente él tenia muy presente a Dios.

Se cuenta que cuando José comenzó a hablarle de Dios a la mujer que le tentó, ella tiro su falda sobre su dios que estaba en su dormitorio, y le dijo a José “ahora José mi Dios no nos ve” pero José respondió, tu dios no nos ve. Pero mi Dios si.

Después de esto la mujer no se quedo tranquila y todos los días le incitaba a acostarse con ella, cierto día, dio día libre a todos, menos a José, José llegó a su trabajo y no había nadie en la casa, entonces ella lo asió por su ropa diciéndole “duerme conmigo”, a lo que él dejó su ropa en las manos de ella y huyó. Saben nuestro tentador usará las palabras que usted quiere oír, palabras como ““ tu esposa no te satisface como yo podría hacerlo” “con esto me demostraras que en verdad me quieres” “ ¿Quién lo va a saber? Estamos completamente solos, absolutamente seguros” “lo que yo hago no le hace daño a nadie” “mira, pronto vamos a casarnos” “estoy terriblemente solo, Dios entiende mi necesidad de estar contigo” “solo esta vez, nunca, nunca mas” “ ¿para que sirve la gracia si no me permite hacer esto? “solo será un beso” ante esto no razone con ella, simplemente huya, huya, huya. .

El pecado le hablara de manera sutil y gentil, en ese momento no tenga miedo de ser grosero. Dag Markings “ No puedes jugar con el animal que hay en ti, sin convertirte completamente en animal. El que quiere mantener limpio su jardín no reserva un pedazo para hierva mala” Dios nos ayude a huir de esos deseos pecaminosos y vivir una vida que de gloria y honra a nuestro Dios.

–Paul Tinoco Huaraca

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