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Lunes De Liderazgo – Donde Encuentro La fuerza?
Lunes De Liderazgo – Donde Encuentro La fuerza?
Michael Hight
(First Baptist Church Caldwell AR – Lifeword )
Aired on Ene 04, 2021
Ene 05, 2021
Duración:
00:11:03 Minutes
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2

Escritura

2 Timoteo 2:1-6

Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. 2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. 3 tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. 6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero

¡Buenos días y Feliz Año Nuevo! Bienvenidos al año 2021, yo sé que ustedes como yo estamos esperando un año mejor que el año que paso y hoy seguimos hablando acerca de Principios de Liderazgo desde el libro de 2 Timoteo y estamos en el 2 capitulo, hablando del ministerio y el esfuerzo para el ministerio. Déjeme leer unos versículos desde 1 al 6 y después quiero hablar de esta pregunta ¿Dónde encuentra el esfuerzo para hacer el ministerio? La Biblia dice: “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. 2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. 3 tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. 6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero”. Unos pensamientos que vienen de este pasaje son la realidad de la batalla porque Pablo dice “Sufre penalidades como un soldado”. El hecho de que es un trabajo porque tenemos que trabajar como labrador y también tenemos que trabajar de una manera correcta como un atleta en una competencia.   La pregunta para hoy es ¿Dónde encuentra el esfuerzo para esta batalla? Para la obra por lo cual Dios te ha llamado. Yo recuerdo cuando fallecía mi papá, estaba en el hospital y me llamó a su cuarto y a su cama y me dijo: “Hijo, la batalla va a ser más feroz y más difícil para ti y para tu generación que la generación mía, pero yo quiero que tu sigas predicando la palabra de Dios, sigas sirviendo al Señor y se constante y se fiel hasta el final”.  Esas palabras nunca van a salir de mi mente, yo siempre voy a recordar a mi papá diciendo esas cosas a mí, porque cuando viene la batalla, cuando vienen los tiempos difíciles en la obra del Señor yo puedo recordar que mi papá me dijo que iban a venir. Y Pablo esta básicamente diciendo lo mismo a Timoteo, si recuerdas Pablo está encarcelado y él sabe de primera mano de las dificultades de la obra, del ministerio. Pero ¿Dónde va a encontrar el esfuerzo? Miren en versículo 1 de nuevo “Tú, pues, hijo mío” miren lo que él dice: “esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús”. Este verbo parece como un verbo activo, esfuérzate hombre, pero honestamente el verbo en la gramática es un verbo pasivo recibe el esfuerzo, en vez de buscar el esfuerzo por sí mismo y hacer las cosas de su mismo esfuerzo, en vez de eso debe buscar recibir la gracia que es en Cristo Jesús, es en el lugar de Cristo o en que podemos encontrar en Cristo. Cristo no nos llamó para hacer la obra del ministerio y después dejar para hacerlo de nuestro propio esfuerzo, en vez de eso Él nos da gracia para hacer la obra que Él quiere para nosotros.   Recibimos gracia en tres áreas de nuestra vida. Primeramente, recibimos gracia para salvarnos, Pablo dijo en Efesios 2 y tú sabes bien el versículo, dijo: “Por gracia sois salvos; y esto no es de vosotros, mas es un don de Dios”. Por gracia sois salvos, cuando comenzamos nuestra vida con Dios no es por la obra, no obras, no es por las cosas que hemos hecho, pero es por medio de la gracia de Dios. Pero esa no es la única vez que recibimos la gracia de Dios, recibimos también gracia para servir. Si Dios nos ha llamado, Él va a darnos gracia para servir; gracia y recibir lo que necesitamos, cuando lo necesitamos aun cuando no merecemos y especialmente porque no merecemos la gracia de Dios. Pablo estaba escribiendo a la iglesia de Corinto en 1 Corintios 15:10 y él dijo “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo” déjeme enfatizar eso, Pablo dice que “Yo he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”. Pablo entendía que el fruto de su ministerio no venía de Pablo, pero venia de Jesucristo y la capacidad para servir, sus habilidades, sus talentos, sus dones espirituales, todo lo que tiene para servir al Señor viene de Dios. Entonces es por la gracia de Dios que yo soy lo que yo soy; es por la gracia de Dios que yo estoy donde yo estoy. Tal vez su iglesia esta pequeña y tú miras a otros hombres que tienen una iglesia más grande, pero mira, todo es por la gracia de Dios y Dios puede escoger lo que Él quiere hacer por medio de un hombre y por medio de otro hombre y si alguien está recibiendo un ministerio que parece más grande hay que entender que todo es por la gracia de Dios y todo es para la honra y la gloria de Dios. En las obras con pocos números, con poca gente; y las obras con mucha gente. Todo es por la gracia de Dios y en el momento que pensamos, mira lo que yo he hecho, estamos en problemas, porque no hemos hecho nada; no podemos hacer nada. La obra es por la gracia de Dios, Él nos da la gracia para salvarnos, Él nos da la gracia para servir y mira hombres y mujeres Él nos da la gracia para sostenernos en la batalla.   En Hechos 26:22 Pablo estaba dando su defensa ante Agripa y él dice “Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder”. Pablo entendía que era por la gracia de Dios que él era lo que él era, pero también él entendía que nunca habría llegado a Jerusalén o a Roma y a cualquier lugar predicando la palabra de Dios si la ayuda y la gracia de Dios no hubiera sostenido a él.  Él dice, habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy; tarde o temprano en su ministerio, si su ministerio permanece años, si Dios te da la gracia para seguir con la obra hasta el final. Tú vas a aprender que la capacidad de sostenernos, de perseverar para seguir con la obra; este esfuerzo viene por medio de Dios y solamente por medio de Dios. Aunque tenemos que hacer la obra, aunque tenemos que trabajar, aunque tenemos que servir con todas las ganas de servir, tarde o temprano aprendamos que mira yo no puedo hacer nada si Dios no me ayuda, yo no puedo ir al cielo sino es por la gracia de Dios, yo no puedo servir a Dios sino es por la gracia de Dios y yo no puedo sostenerme en la obra sino es por la gracia de Dios.   Déjeme orar por ustedes. Señor Jesús damos gracias por su gracia, por su misericordia, su amor, gracias Señor porque tú amas tus líderes, tú amas tus predicadores, tus ministros, tus maestros y maestras. Y Señor dependemos completamente en la gracia del Señor Jesucristo para el esfuerzo de hacer la obra por lo cual nos has llamado, en el nombre de Jesucristo oramos. Amén y Amén. Hermanos y hermanas nos vemos en la semana que viene, vamos a estar estudiando la Estrategia que Dios tiene para nuestros ministerios. Pero, recuerde este principio “Todo es por la Gracia de Dios”. Nos veremos.

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