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Lunes De Liderazgo – Principios De Las Convicciones
Lunes De Liderazgo – Principios De Las Convicciones
Michael Hight
(First Baptist Church Caldwell AR – Lifeword )
Aired on Dic 21, 2020
Dic 15, 2020
Duración:
00:11:13 Minutes
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3

Escritura

2 Timoteo 1:13

Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús

Buenos días es un privilegio estar con ustedes de nuevo esta semana y acá en los Estados Unidos el tiempo ahorita es como 5:00 de la mañana, no sé a qué hora van a ver este video; pero desde mi corazón a usted muy buenos días. Hemos estado hablando acerca de Principios de Liderazgo desde el libro de 2 Timoteo, esta epístola, es una carta escrita por un líder a otro líder. En otras palabras, Pablo fue un líder, pero estuvo encarcelado y él quería que Timoteo estuviera listo para la transición al tiempo cuando Pablo no iba a estar trabajando con él. Y hemos hablado de varios principios, pero hoy queremos hablar acerca de Principios de las Convicciones, en el libro de 2 Timoteo tenemos en versículo 13 del 1er capitulo, la Biblia dice “Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús”. Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y en el amor del Señor.   Piensen en estos tres pasos, hay tres pasos antes de llegar a las convicciones, hay gente que piensa que cualquier idea que ellos tienen, cualquier opinión que ellos tienen debe ser una convicción. Pero un buen líder, un líder sabio, entiende la diferencia entre una idea, entre opiniones y convicciones. Ideas son el primer paso, en ideas estamos buscando ideas de todos lados de la situación, puede ser alguien que tiene una idea diferente, alguien que tiene una idea rara, una idea que realmente no es una buena idea. Tomamos esta buena idea y ¡pum! La tiramos a la basura, pero conseguimos otras buenas ideas de otra gente, nunca menosprecia las ideas de las personas que están alrededor de usted. Dios pone gente en nuestra vida que puede ayudarnos con ideas de nuestros proyectos, ideas de nuestra familia, ideas de la iglesia, ideas de nuestros negocios, en cada parte de la vida Dios nos ha dado gente que puede ayudarnos en formar nuestras propias ideas.   Cuando él dice “mantener” en versículo 13 o “retén la forma”, Pablo ya había tenido años formando la forma de su sana palabra, la forma de su mensaje, la forma de la sana doctrina que él quería entregar a Timoteo. Pero Timoteo tuvo que pasar el proceso de no solamente escuchar lo que Pablo dijo y hacer todo lo que él hizo, él tuvo que tomar la responsabilidad de tomar las buenas ideas de Pablo y buscar en la palabra de Dios para ver si estas ideas eran conforme a la palabra, pero después de recibir ideas comenzamos a formar opiniones y nuestras opiniones pueden ser formadas por nuestras familias, otros obreros, la tele, la internet, las noticias. Puede ver que recibimos y escuchamos opiniones todo el tiempo, y adoptamos estas opiniones antes de realmente pensar y escudriñar las opiniones. Yo conozco personas y usted también que cualquier situación, cualquier momento, no importa el tema, ellos tienen una opinión y es una opinión fuerte y si tú no estás de acuerdo con su opinión tú eres una mala persona. Pero un buen líder, un líder sabio, escucha las ideas y comienza en formar sus propias ideas. Después esas ideas, las mejores se vuelven en sus opiniones, y opiniones son ideas con prueba. En otras palabras, tú puedes tener una idea, sino tienes la prueba, dice algo diferente, debe desechar, debe votar esa idea. Pero cuando tienes una idea y la idea se vuelve a una opinión, esta opinión tú puedes decir: “No, esta es mi opinión porque… Eso es lo que yo creo porque…” Sino tiene un porque no es una opinión, es solamente una idea, puede ver las diferencias. Ideas son pensamientos que entran y salen, influencias que entran y salen. Pero opiniones son: “Esto es lo que yo pienso y esta es la razón”. Pero después de tener una opinión, la opinión se vuelve una convicción. ¿Cuál es la diferencia? Bueno en ideas: tenemos la oportunidad de platicar, compartir ideas y no es una gran cosa; opiniones: tal vez vamos a discutir un poquito más fuerte ¿Por qué? Porque con mis opiniones yo tengo razones por la cual yo creo que está correcto.   Puede ser en este punto de opiniones que alguien más tenga una razón que es mejor de la que yo tengo y yo tengo que cambiar mi opinión, al menos debo estar abierto a la idea de cambiar mi opinión si la evidencia esta presentada a mí. Pero cuando algo llega a una convicción, por ejemplo, cuando Pablo dijo: Retén la forma de las sanas palabras, eso no fue negociable. Pablo demandó que Timoteo tome las sanas palabras porque eran de Dios, las sanas palabras que eran la sana doctrina. Y él tuvo la responsabilidad de no cambiar, no discutir, no platicar, pero defender y mantener las buenas palabras. En el siguiente verso él dice: “Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros”. Las convicciones son cosas que cuando eso fue una idea yo platicaba acerca de eso, cuando llego a ser mi opinión aún estaba escuchando otras opiniones con una mente abierta, pero cuando llego a ser una convicción, yo ya no voy a negociar, solo voy a defender y estas convicciones no deben ser convicciones acerca de la música, acerca de estilo, acerca del color de la alfombra o del color de la pintura.   Convicciones son convicciones bíblicas y cosas que no vamos a negociar, vamos a defender, vamos a guardar y estas convicciones deben ser tan fuerte que estamos dispuestos a dar nuestra vida en proteger las convicciones que tenemos. Por ejemplo, en el área de doctrina hay gente que puede decir: “Es mi opinión que Jesús tuvo pelo rubio y ojos azules. En mi opinión eso no fue así, porque Él fue judío, pero yo no voy a pelear sobre los colores de los ojos de Jesús, pero si alguien toca la puerta y es de una secta falsa, diciendo que: si, Jesús fue un buen hombre, pero no era Dios en la carne. Eso para mí no es negociable, Jesús fue Dios en la carne y es el Hijo de Dios; y eso es una convicción. Yo tengo convicciones de mi familia que yo no voy a negociar, primero es mi relación con Dios; segundo es mi familia y tercero es la iglesia.   La iglesia es la esposa de Jesús. Yo tengo una esposa que yo tengo que defender que yo tengo que mantener y cuidar. Entonces, el punto es que lideres sabios piensan en lo que ellos dicen y lo que ellos creen, entienden la diferencia de las cosas menos importantes, las cosas importantes y las cosas esenciales para el reino de Dios. Y debemos estar seguros de que no estamos peleando sobre cosas que son menos importantes, son cosas que no son importantes. Pero cuando viene de las cosas que son esenciales para el evangelio del Señor Jesucristo, que son esenciales por lo que la Palabra de Dios dice, debemos estar listos para guardar, retén, pelear y aun morir por lo que Dios quiere que guardemos. Hermanos, hermanas, lideres Dios les bendiga. Espero que tú estés formando tus convicciones sobre la palabra de Dios. ¡Dios le bendiga!

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