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Hablar No Es Lo Mismo Que Comunicar – Parte 2
Lección Nueve – Hablar No Es Lo Mismo Que Comunicar – Parte 2
Michael Hight
(First Baptist Church Caldwell AR – Lifeword )
Aired on Sep 14, 2020
Sep 14, 2020
Duración:
00:11:14 Minutes
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Escritura

Mateo 5:37

Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.

Seguimos con nuestro estudio de las cualidades indispensables de un líder y algunos de estos pensamientos son tomados del libro de John Maxwell “Las 21 cualidades indispensables de un Líder”. Hemos hablado primeramente de su integridad. Que una cualidad indispensable es su carácter, su integridad, también la capacidad de escuchar a otros y también la autenticidad. Que un buen líder es un líder real y no es un líder que copia a alguien más, pero es auténtico en su ser. Entonces la semana pasada hablamos de la cuarta cualidad y esa cuarta cualidad se llama “El Arte de Comunicar” o “La Cualidad de Comunicar”. Recuerde que hablar no es necesariamente comunicar, hay dos cosas, es posible hablar mucho y no comunicar su mensaje; hablamos acerca del hecho que el proceso de comunicar tiene cinco partes.  Tiene la persona que está hablando, tiene el mensaje que está diciendo, tiene interrupciones, distracciones y también tenemos los receptores (las personas que están recibiendo el mensaje) y la retroalimentación. Hay un ciclo de comunicar, tenemos la persona, tenemos lo que decimos, tenemos cosas que van a interrumpir, el mensaje lo van a distraer, las personas de entender el mensaje y también tenemos la gente y lo que está pasando en la vida de la gente para recibir el mensaje en una buena forma y la retroalimentación. Como estamos comunicando si ellos están captando o no, podemos ver la retroalimentación en sus ojos, en la manera en la que prestan atención y también en sus palabras, si ellos hablan atrás de nosotros.   Hoy queremos seguir hablando de comunicar y recuerde que la comunicación tiene dos niveles. Primeramente, tiene un nivel intelectual y eso tiene que ver con los datos, los hechos, las palabras que usamos para expresar el mensaje y no solamente es en un nivel intelectual. Pero también tenemos el nivel emocional y tenemos que ser involucrados en el mensaje, que el mensaje tiene que captar no solamente la mente, pero el corazón de la persona con la cual queremos comunicar. Alguien ha dicho un buen sermón tiene tres partes: tiene la parte de educar, la parte de edificar y la parte de exhortar. Y en estas tres áreas de un sermón o una plática, podemos comunicar un nivel intelectual cuando estamos educando la gente; pero también tenemos que comunicar en una forma emocional cuando estamos edificando. Queremos comunicar información, pero también queremos edificar a la gente para que ellos sean mejor, porque toda la gente necesita ser edificado. Esa es una responsabilidad de los pastores y los líderes, en las escuelas dominical o cual sea. Si está enseñando en una escuela dominical o si está enseñando otra clase debe enfocar en educar, pero también edificando y por fin exhortando. Exhortando para aplicar y no es suficiente solamente educar, no es solamente edificar, pero tenemos que exhortar, aplicar el mensaje. Y para exhortar, edificar, hay cuatro maneras que debemos prestar atención cuando estamos comunicando y esas son cuatro cosas que podemos incluir en nuestros mensajes.   Primeramente, simplifica tu mensaje. Tu mensaje no debe ser lo más complejo en el mundo o lo más inteligente en el mundo, simplifica tu mensaje. En el año 1865 el presidente de los Estados Unidos del norte, eso fue en la guerra civil de los Estados Unidos. El presidente del norte Abraham Lincoln quería dar un mensaje a su general, General Grant en el campo y en vez de poner un plan de ataque, él solamente dijo: “Si las cosas se ponen difícil, creo que general Lee se rendirá” y el presidente dice: “Deje que las cosas se pongan difícil”. Era un mensaje poderoso, pero también un mensaje corto, en el sentido que no era extenso, no tuvo palabras extensas, solamente dijo lo más importante debemos tener una buena batalla contra el general Lee “deja que las cosas se pongan difícil”. Simplifica tu mensaje. Dicen que Napoleón Bonaparte acostumbraba a decir a sus secretarios “Se claro, se claro, se claro”. Entonces queremos ser claros y podemos ser más claros cuando estamos simplificando el mensaje.   Segundo, debemos mirar a la persona. Los comunicadores efectivos se concentran en las personas con las que se están comunicando, saben que es imposible comunicarse con efectividad con una audiencia sin saber algo sobre ellos, todo eso tiene que ver entre la persona hablando del mensaje y los receptores. A quien está dando su mensaje, quien es su audiencia, cuáles son las preguntas que ellos tienen en su mente, cuáles son las necesidades que ellos tienen en su vida, cuanto tiempo tengo. El tiempo es algo muy importante porque la mente no puede absorber más de lo que su cuerpo puede aguantar. Simplifica tu mensaje, mira a la persona no solamente físicamente, pero mentalmente en el sentido de las preguntas que ellos tienen en su mente, si están predicando un tema, cual serían las preguntas importantes que ellos tendrían.   La tercera parte sería, muestra la verdad. Eso tiene que ver con nuestro carácter e integridad, primero cree en lo que dices. Si tu no lo crees lo que estás diciendo la gente no va a creerlo. Cuando estas predicando, cuando estas enseñando, tú debes entender y creer su mensaje aún más y mejor que las personas con las cuales estas enseñando. Personas comunes se convierten en comunicadores extraordinarios cuando son fervientes en sus convicciones, debemos ser convencidos del mensaje que estamos dando.   La cuarta parte, busca una respuesta. Dales algo que sentir, algo que recurrir, algo que hacer. Y eso tiene que ver con la retroalimentación, porque tú quieres que ellos apliquen lo que tú quieres. Entonces simplifica tu mensaje, mira a las personas, muestra la verdad en tu vida y en tu mensaje, también busca una respuesta. Aquí tengo otras maneras rápidas para comunicar tu mensaje: Se bien claro en tu mensaje. Son tus frases cortas, directas, son vagas. Serán capaces los receptores de captar las palabras que has escogido o tendrán que leerte con un diccionario en la mano. Has usado la menor cantidad de palabras posibles, habla con sencillez y claridad. No estamos aquí para impresionar, estamos aquí para comunicar, estamos comunicando el mensaje del evangelio, el mensaje más importante del mundo. Reenfoca tu atención, esta puesta en sí mismo cuando está enseñando, estas enfocado en tu material y no estas enfocando en los ojos o estas enfocado en tu audiencia. En los Estados Unidos es muy importante que cuando alguien habla mire a los ojos, es nuestra cultura que si alguien no puede mirarme a los ojos tiene algo que esconder. Entonces mira a tu gente, enfoca tu atención en tu audiencia y no solamente en tus materiales.   Por último, debemos vivir el mensaje. Viva lo que enseña, todos nosotros necesitamos aplicar lo que estamos aprendiendo en la palabra de Dios y si no estamos viviendo el mensaje en nuestra vida no podemos esperar que alguien más va a vivir el mensaje en su vida. Tiene sus cuatro cualidades. Debemos tener la integridad, debemos tener la capacidad de escuchar, debemos tener la autenticidad y la capacidad de comunicar. ¡Dios le bendiga!

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