5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! 6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. 7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; 8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. 9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. 10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.

Una de las fuerzas más poderosas del mundo, es el poder de la lengua, la semana pasada hablamos acerca de las características de un líder eficaz y primeramente hablamos del hecho de que un buen líder tiene que tener carácter; cuando decimos carácter estamos hablando no tanto de la personalidad sino de la integridad de una persona. La Biblia habla acerca de otra característica, otra cualidad que un líder eficaz debe tener para ser un buen líder. La Biblia nos enseña en el libro de Santiago de la importancia de la lengua, puede bendecir, puede destruir, puede hacer grandes cosas, puede destruir todo el mundo como un fuego en un bosque. Mira lo que dice la Biblia “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.  Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.  De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así” (Santiago 3:5-10). Si miras el poder de la lengua, de la boca, “Si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz de refrenar todo el cuerpo”. Entonces si alguien tiene el poder de refrenar su lengua, puede controlar todo su cuerpo. Los expertos nos enseñan que cuando estamos en una plática o una charla con alguien más, debemos escuchar 80% del tiempo y hablar 20% del tiempo. Hay un peligro en la lengua cuando estamos hablando demasiado y cuando no estamos escuchando. Si decimos que la lengua tiene poder y la Biblia nos enseña eso, pero también la Biblia y la vida nos enseña que hay problema con la lengua. Primeramente, cuando la boca está abierta el oído no funciona, cuando la boca está abierta el aprender no funciona, en otras palabras, como líderes debemos ser aprendedores de por vida, debemos estar aprendiendo toda nuestra vida. Pero si siempre estamos hablando y nunca estamos escuchando lo que debemos escuchar, nunca podremos llegar al potencial o llegar al lugar que Dios quiere. A veces cuando estamos hablando con la gente y si hablamos demasiado y no escuchamos, podemos estar dando respuestas para preguntas que alguien no está pidiendo o mejor dicho podemos estar resolviendo problemas que no existen; porque siempre estamos hablando, no entendemos la situación como es. La única manera de aprender, la única manera de crecer en nuestro conocimiento acerca de alguien más es escuchar lo que ellos dicen. La Biblia dice “El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que abre sus labios tendrá calamidad” (Proverbios 13:3). También “El corazón del justo piensa para responder”, en otras palabras, está escuchando, está pensando no solamente hablando, “Mas la boca de los impíos derrama malas cosas”. Otra vez en Proverbios 18:7 “La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma”. Y finalmente en Proverbios 21:23 “El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias”. La Biblia entonces está llena de información para nosotros acerca de nuestra lengua, nuestra boca, hay gente en la iglesia que nunca van a fumar, a tomar, ir a bailes; pero con su boca puede bendecir o maldecir a alguien más. Con la boca, con la lengua, puede destruir años de arduo trabajo en la iglesia, siempre porque no puede refrenar su lengua. ¿Qué es el poder de escuchar? Si hay un poder de la lengua, hay un poder de refrenar nuestros labios, nuestra lengua. ¿Qué es el poder de escuchar? Cuando usted y yo escuchamos a alguien más, podemos demostrar el amor. El escuchar es un don, entonces si yo doy tiempo para escuchar a alguien más, eso es un don de tiempo que yo puedo regalar a alguien más, y al escuchar yo puedo discernir mejor como responder a la situación. Para terminar, haga una decisión, si eres un líder decide hoy como vas a usar tu lengua y tu escuchar. ¿Vas a usar tu lengua para bendecir y tus oídos para aprender? o ¿Vas a estar hablando demasiado y no usar tus oídos? Entonces tenemos la decisión, podemos ser una bendición o una maldición, la lengua es un regalo pequeño pero poderoso. Tenemos una lengua, dos orejas, decida usted cómo usarlos y ponerlos en practica para la honra y la gloria de Dios. Dios les bendiga.