La manera más apropiada para aprender andar en bicicleta es simplemente subirse a una. Este mismo principio se puede aplicar a la oración. La mejor manera de aprender a orar, es sencillamente hacerlo: Orar, orar y orar. En esta lección, observaremos que la oración es la manera en que nosotros nos comunicamos con Dios. La oración es hablar con Dios. Conste que la oración no es para Dios. Es para nosotros. El conoce nuestros pensamientos mas escondidos. No tenemos que decirle nada para El saber lo que pensamos o sentimos. La oración fue diseñada para nosotros. Es un arma que Dios pone a nuestra disposición y podemos usarla o podemos guardarla. Si tenemos fe - la usaremos. Es necesario comprender que no existe una fórmula correcta para orar. Sin embargo, existen algunos ingredientes que nuestras oraciones deben incluir para mayor efecto. Los ingredientes que se cubrirán son: ALABANZA, CONFESION, INTERCESION y AGRADECIMIENTO.