Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo.

Es muy importante comprender que la fe salvadora viene por medio del oír, por la palabra de Dios. A pesar de que Israel oyó, ellos no ejercitaron la fe salvadora en Cristo ,haciéndoles a ellos (y a nosotros) aún más responsables. El oír es un reflejo de la vida del primer siglo. Pablo no eleva la posibilidad de que el mensaje sea leído. Aunque había personas que podían leer, los ciudadanos ordinarios del primer siglo dependían en la habilidad de oír algo.