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Encontrando Perdón En Camino A Damasco - Parte 2
Encontrando Perdón En Camino A Damasco - Parte 2
Pastor Manny Marrero
(IBSP)
Aired on Nov 03, 2019
Nov 07, 2019
Duración:
00:17:35 Minutes
Vistas:
7

Escritura

Hechos 9:1-6

Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.  El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

Encontrando Perdón En Camino A Damasco Saulo (más tarde llamado Pablo) era muy celoso por las creencias de los judíos y comenzó una campaña de persecución contra cualquiera que creyera en Cristo (los que eran de este "Camino"). ¿Por qué los judíos en Jerusalén querían perseguir a los cristianos en lugares tan distantes como Damasco? Hay varias posibilidades: primero, apresar a los cristianos que huyeron, Segundo, contener y prevenir la difusión del cristianismo a otras ciudades importantes, Tercero, evitar que los cristianos siguieran suscitándole problemas a Roma, Cuarto, promover la carrera de Saulo y fortalecer su reputación como un verdadero fariseo celoso de la Ley, y Quinto lugar, unificar las facciones del judaísmo dándoles un enemigo común. Cuando Pablo viajó a Damasco, persiguiendo a los cristianos, el Cristo resucitado lo confrontó y lo puso cara a cara con la verdad del evangelio. Algunas veces Dios irrumpe en una vida de forma espectacular y otras veces la conversión es una experiencia tranquila. E Es muy importante cuidarse de las personas que insisten en que usted debe tener algún tipo de experiencia particular en su conversión. La debida manera de depositar nuestra fe en Jesús es aquella que Dios decide usar. Damasco, ciudad comercial clave, se hallaba a unos 280 km al norte de Jerusalén en la provincia romana de Siria. Varias rutas comerciales unían Damasco con otras ciudades a través del mundo romano. Tal vez Saulo pensó que al cercar a los cristianos en Damasco, se evitaría su dispersión a otras regiones. El apóstol Pablo se refiere a su experiencia como el inicio de su nueva vida en Cristo (1Corintios 9:1; 1Corintios 15:8; Gálatas 1:15-16). En el centro de esta experiencia maravillosa estaba Jesús, Pablo no vio una visión, vio al mismo Cristo resucitado (Gálatas 9:17). Pablo reconoció a Jesús como Señor, reconoció su propio pecado, rindió su vida a Él y decidió obedecerle. La verdadera conversión es el resultado de un encuentro personal con Jesús, que guía a una nueva vida en relación con El. Pablo pensó que perseguía herejes, pero a quien perseguía era al mismo Jesús. Todo aquel que persiga a los creyentes hoy en día es también culpable de perseguir a Jesús (Mateo 25:40, Mateo 25:45), porque los creyentes forman el cuerpo de Cristo en la tierra.

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