“El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.”

Hay decisiones en la vida que cambian el rumbo de todo: elegir una carrera, con quien casarte, donde vivir…pero ¿sabías que hay una sola decisión que determinara tu eternidad? Hoy quiero hablarte de esa decisión que es más grande que cualquier otra: aceptar a Jesús.   Quizás pienses: “¿De verdad es tan importante?” Sí, lo es. Porque no es una decisión de un día, de una temporada, es la decisión que definirá tu presente, futuro, y eternidad.   Aceptar a Jesús es como encender la luz en medio de la oscuridad: todo cambia. Donde hay miedo, llega la paz. Donde hay culpa llega el perdón. Donde se sienten vacío, llega el propósito, la dirección de Dios.   Hoy es el día perfecto para abrir tu corazón. No esperes a mañana, porque no sabemos cuanto tiempo tenemos. Jesús está llamando hoy, y tu repuesta puede marcar la diferencia entre vivir en tinieblas o cambiar a la luz.   No hay decisión más importante, más grande ni más urgente que esta: recibir a Jesús como tu Señor y Salvador. Si hoy decides hacerlo, tu vida no ser la misma. El hará nuevas todas las cosas en ti hoy. ¿estás listo para hacerlo?