Efe 2:14 Cristo nos trajo la paz y es quien nos ha unido a todos en un solo pueblo. Antes, los judíos y los que no son judíos se odiaban y estaban divididos como si un muro los separara, pero Cristo murió para derrumbar ese muro de odio.

Muchas veces nos asombramos de las obras o prodigios alcanzados por el hombre. Pero la biblia nos revela la más grande y maravillosa obra, nunca antes, no después realizada. La obra de Jesús en la cruz, es la oportunidad global para obtener la maravillosa salvación.   Cuando se trata de accesar a la gracia salvadora de Dios, ya no existe más barrera política, racial, económica, de idioma, geográfica, etc. Todos podemos ser llenos de su paz, todos podemos ser parte de su pueblo.   La muerte y resurrección de un solo hombre, el único que tenía el poder y la autoridad necesaria, Cristo Jesús, para derribar las paredes que las personas han levantado para con Dios y también entre ellas.   Gracias a la muerte de Cristo, ahora todos podemos ser parte de una sola familia. Los prejuicios hostiles en contra de otras personas, han desaparecidos. Hemos dejado de ser extraños y excluidos de la presencia de Dios.