Escritura
“Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.”
¿Existe algo que se interponga entre usted y Dios? Es el deseo de Dios romper con todas las barreras, que el mismo hombre ha puesto para impedirle acercarse a Él. Las buenas nuevas de salvación, Jesucristo vino para perdonar y salvar a los pecadores, es para todo el mundo. No hay limitación lingüística, cultural, geográfica, económica y educativa, que se interponga, al beneficio de la salvación y la comunión con Dios. El principal obstáculo para no llegar a Dios, es el hombre mismo. Dios nos ama a todo por igual, por lo tanto, nos brinda igual oportunidades a todos. Lo que Dios espera de nosotros, es que escuchemos su llamado a la conversión, para que vivamos una vida de temor y obediencia a Él. Estimado oyente, si desea temer a Dios y empezar a hacer lo correcto, es necesario que permita primero que Jesús transforme su vida. No siga permitiendo o creyendo que usted no puede o no es aceptado delante de Dios.