Escritura
Flp 2:4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Flp 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, Flp 2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, Flp 2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; Flp 2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
¿Es bueno o es malo enfocarse en uno mismo? Los extremos, no siempre son la mejor opción. Es bueno buscar un equilibrio en lo que pensamos y hacemos. Y cuando se trata del cuidado o promoción de nuestra propia vida, no debemos enfocarnos demasiados en nosotros mismo, a tal punto que olvidemos a los demás. Pero tampoco sería correcto, que nos olvidemos por completo de nosotros, por atender o promover a los demás. Muchos tienen esta última actitud, y descuidan su salud, su relación familiar y sobre todo su vida espiritual. Sabemos que el cuidado personal es importante, si queremos estar disponible para ayudar a otros. Pero como decía anteriormente, tenemos que evitar los extremos. Hay quienes viven una vida demasiado enfocados en sí mismos, de tal manera que se olvidan de Dios y de los demás. Con el avance de tecnológico y el uso excesivo de las redes sociales, el mundo está cambiando, tergiversando la mente y el corazón de las personas. Cada día los seres humanos nos volvemos más enfocados en nosotros mismos, de tal manera que no es extraño que caigamos en insensibilidad e indiferencia ante los demás. Nadie se preocupa por nadie. Todo es yo y yo y nada más. Para muchos lo importante es: ¿Cómo me veo en las redes? ¿Cómo me siento? ¿Qué público? ¿Cómo me vuelvo viral? Para otros quizás su asunto no sea las tecnologías, las redes sociales, mas, sin embargo, a su manera, viven vidas solo para sí.