Las primeras generaciones de cristianos se encontraron fielmente esperando la segunda venida de Cristo, sin embargo, algunos pudieron haberse preguntado: “¿Por qué Jesús no ha venido como lo prometió? Y ¿que se supone debemos estar haciendo, si toca esperar aún más?”   Estas preguntas todavía siguen siendo muy relevantes, siempre y cuando sean hechas con fe y pasión en nuestros corazones.   Al final del siglo I, los cristianos se encontraron esperando la segunda venida de Jesús. Ellos tenían en mente que esta promesa se cumpliría muy pronto. Pero los años pasaban, las primeras generaciones de seguidores de Jesús iban muriendo, los doce discípulos murieron, el apóstol Pablo también murió, al igual que sus colaboradores más cercanos.   Pero que maravilloso es Dios, que antes de que el apóstol Pedro muriera, nos dejó la respuesta a las preguntas: “¿Por qué Jesús no ha venido como lo prometió? Y ¿que se supone debemos estar haciendo si hay que esperar aún más?”   Leamos 2 Pedro 3:8-15.