Escritura
Ardillita: Buenos días Javierita Javiera: Buenos días Lulu, lista para aprender más de la palabra de Dios Ardillita: Que bueno, hoy te contare una historia en donde aprenderás que siempre debes buscar la dirección y bendición de Dios en todo lo que hagas Javiera: ¿En todo, todo, Lulu? Ardillita: Si, mayormente en aquellas decisiones tan importantes para tu vida Javiera: Cuéntame entonces Lulu Ardillita: Esta historia se encuentra en Gn.24:1-52, una esposa para Isaac Javiera: Isaac es el hijo de Abraham, en lecciones pasadas aprendí que todos nietos, bisnietos y tataranietos de Abraham, serian bendecidos grandemente por Dios. Formarían un gran pueblo. Ardillita: Así es y para que esto suceda Isaac tiene que tener una esposa. Por eso ya siendo Abraham bastante anciano, mando a llamar a su siervo de más confianza, aquel que era quien cuidaba de todos sus bienes y riquezas. Javiera: ¿Y para que lo mando a llamar Lulu? Ardillita: Para asignarle una tarea muy importante, tenía que ir al pueblo natal de Abraham, en donde vivieron sus padres y su familia, de donde salió El, cuando Dios le pidió que dejara su tierra y su parentela. Javiera: ¿Y a que iba a ese lugar? Ardillita: Abraham quería que su hijo se casara con una señorita que creyera y fuera temerosa de Dios y el mejor lugar para encontrarla era en su tierra natal, en donde vivían el resto de sus familiares, que conocían a Dios y eran muy temerosos a Él. Javiera: Ala, pero no sería complicado esa tarea para el siervo de Abraham, ¿cómo saber cuál era la joven correcta? Ardillita: Claro que eso le preocupaba mucho a aquel siervo de Abraham. Temía equivocarse y fallar en su misión. Pero Abraham el ver su cara de preocupación le aseguro que Dios le enviaría a un Ángel en su ayuda...