Gén 12:1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Gén 12:2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Gén 12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Javiera: Buenos días Lulu, Dios te bendiga Ardillita: Bendiciones Javierita, que bueno verte en esta mañana Javiera: Y de que se trata la historia bíblica de hoy Lulu Ardillita: Precisamente te voy a hablar del primer hombre, que recibió la promesa de una gran bendición de parte de Dios. Podrías buscar en tu biblia, Gn.12:1-3 Javiera: claro, déjame buscar……la palabra de Dios dice así: Gén 12:1  Pero Jehová había dicho a Abram:  Vete de tu tierra y de tu parentela,  y de la casa de tu padre,  a la tierra que te mostraré. Gén 12:2  Y haré de ti una nación grande,  y te bendeciré,  y engrandeceré tu nombre,  y serás bendición. Gén 12:3  Bendeciré a los que te bendijeren,  y a los que te maldijeren maldeciré;  y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.   Ardillita: ¿Sabías que Abram tenía unos 75 años, cuando Dios le dijo que dejara su pueblo y sus familiares, y que se trasladara a un lugar totalmente desconocido para él? Javiera: Ala, pero esa no es una decisión muy fácil, salir sin saber a dónde ir, a un desconocido, da miedo. Yo me preguntaría, ¿Sera más bonito y cómodo ahí? ¿Sera que hay supermercado, venta de helados o habrá algún parque bonito? Ardillita: Jajaja es cierto, es natural que uno piense así. Abram, talvez lo pensó, pero Él tuvo fe en Dios, confiaba que Dios siempre le daría lo mejor y decidió obedecerle. Tomo el camino hacia aquella tierra muy lejana y desconocida, acompañado de su esposa Saraí y su sobrino, que era como un hijo para él, llamado Lot. Javiera: ¿Y qué paso después Lulu? Cuéntame cómo le fue en el camino. Ardillita: Pues como era de esperar, Dios bendijo a aquella pequeña familia muy ricamente, tal como lo había prometido. Javiera: Ah entonces Dios siempre bendice grandemente a todos aquellos que tienen fe y obediencia a Él. Ardillita: Esa siempre será una gran verdad javierita. Dios le había prometido a Abram ser Padre de una gran nación. Sus descendientes o su familia serían tan numerosa, como lo son las estrellas en el cielo o la arena en las costas del mar. Javiera: Waaaaooo! Que grande, bueno me imagino que Dios le ayudaría a alimentar a tantos jajaja. Si nosotros somos dos hermanos y mi papá dice que mucho comemos. Ardillita: Un día Dios hizo algo raro con Abram y Saraí Javiera: ¿Que hizo lulu? Ardillita: Cambio sus partidas de nacimiento. Les dio una nueva, con nuevo nombre. Abran, su nuevo nombre seria Abraham, que significa padre de una gran multitud. Javiera: ¿Y a Saraí como le puso?...