Ardillita: Ahííí traigo mucho frio, estamos en verano y todavía está lloviendo Javiera: Es verdad Lulu ha estado lloviendo, lo bueno es que ya estás aquí, para contarme una lección bíblica. Ardillita: Así es, hoy te voy a contar, de la construcción de un gran barco de madera, construido por un hombre llamado Noé. Javiera: Noé se construyó un barco, ¿Para qué lo quería? Para convertirse en pirata, o quería ser pescador, ahh talvez quería conocer nuevas tierras, como Cristóbal Colon. Ardillita: Jajaja, tienes mucha imaginación, javierita, pero no, la razón del porque necesitaba construir ese enorme barco era con otro propósito mayormente importante. Javiera: Entonces esta interesante, ¿Para qué Noé necesitaba un barco grande? Ardillita: Te acuerdas que te enseñe que todo lo que Dios creo fue bueno y perfecto. Javiera: Si lo recuerdo y también recuerdo que el ser humano fue el que echó a perder todo por su mal comportamiento, por su desobediencia a Dios. Ardillita: Exacto, pues llego un momento que, así como crecía la población sobre la tierra, así también aumentaba cada vez más su maldad, era tanta que Dios no la resistió. Javiera: Bueno es que Dios es santo y aborrece lo malo. Dios sabe que pecar trae malas consecuencias, por eso no quiere que pequemos...