2Co 10:3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 2Co 10:4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 2Co 10:5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,

¿Cuál es el campo de batalla de esta lucha espiritual? El campo de batalla es la mente del individuo. Las armas que se usan en esta lucha no son carnales, no son humanas, pero eso no quiere decir que no sean fuertes, porque son definidas como poderosas en Cristo Jesús. La guerra espiritual en ser humano es su mente. Satanás gana acceso a nuestra mente haciéndose valer del engaño y la mentira. Otra forma usada por satanás es mediante los sistemas seculares que abundan a nuestro alrededor (internet, radio, tv, etc).  Eso no quiere decir que estos sistemas sean pecaminosos en sí, sino que, a través de ellos, satanás puede ofrecernos una amplia gama de tentaciones para hacernos caer.