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Corazón De Líder
Vivimos Y Lideramos
Pastor - Michael Hight
(First Baptist Church Caldwell AR – Lifeword )
Aired on Ago 02, 2021
Ago 02, 2021
Duración:
00:14:06 Minutes
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5

Escritura

Colosenses 3:23-24

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

¡Hola! ¿Qué tal? Bienvenidos a otra de lunes de liderazgo y hoy vamos a seguir hablando acerca de algunas características que un autor que se llama Crawford Loritts escribió en su libro “El liderazgo como una identidad”. Hemos hablado de tres de estas cinco características; hemos hablado del hecho que debemos evitar la secularización del ministerio; hemos hablado de que hacemos demasiado de la palabra liderazgo, recuerde que en la Biblia es siervo y también hablamos acerca que debemos evitar la preferencia de la capacidad sobre la formación del carácter espiritual, que debemos formar el carácter espiritual y que eso es tan importante en la economía de Dios que nuestras capacidades y talentos.   Hoy vamos a seguir con número cuatro, que dice: últimamente vivimos y lideramos antes y para una audiencia de uno, déjeme repetirlo: Vivimos y somos líderes para una audiencia de uno, para Dios, para Cristo. Nuestro servicio si va a ser liderazgo espiritual, para hacer un liderazgo que es para la obra y la gloria de Dios. Yo recuerdo cuando mi equipo de plantación de iglesias plantamos nuestra segunda iglesia y cada domingo cuando comenzamos a tener los servicios honestamente no sabíamos quién iba a llegar o no, a veces solo era mi quipo y yo. Pero yo comencé a poner una silla vacía en la primera línea de sillas y recuerdo que cuando yo predicaba, cuando yo ministraba, lo hacía para solo una persona, para la afirmación de Cristo Jesús para que Él se glorificará, para que Él sea honrado por mi vida y por mi ministerio.   Nuestro motivo debe ser la honra y la gloria de Dios, podemos tener una iglesia grande o pequeña, podemos tener un ministerio grande o pequeño pero el motivo nunca debe cambiar el motivo siempre debe ser que Dios, Cristo reciba la gloria la honra de nuestro ministerio. Crawford Loritts escribe “mi corazón esta afligido, quebrantado por la cantidad de líderes cristianos que han sido seducidos por las luces y por las plataformas”. Cuando comenzamos a compartir el ministerio con Dios eventualmente Él nos hace saber y por lo general de una manera muy memorable que no hace programas de variedades y que no le gusta competir con nosotros para lo que Él quiere hacer en la historia de la humanidad. En otras palabras, que es Dios quien tiene el plan, es Dios quien tiene que hacer el plan, es Dios quien nos invita a ser parte de su plan, pero cuando nuestro orgullo, cuando nuestra actitud crece demasiado y tenemos demasiado orgullo y el ministerio se convierte en ser algo acerca de nosotros en vez de acerca de y para la gloria de Cristo. Dios va a demostrarnos que Él es el jefe, Dios siempre es el jefe.   Y número cinco, el liderazgo cristiano debe ser definido por las tareas que Dios nos da a nosotros. Cuando yo era un niño mi papá siempre me dijo: hijo tú puedes hacer todo lo que alguien más puede hacer y aun mejor si quieres. Su punto era animarme a trabajar fuerte, si era deporte por dar el 100% de mis habilidades y capacidades, pero el problema es que yo lleve esta mentalidad en el ministerio conmigo. Si era alguien que pudiera tener una iglesia de 500 personas yo pensaba que yo también podía tener una iglesia de 500 personas, si alguien tuvo un ministerio que era grande yo pensaba, yo puedo hacerlo también porque yo soy tan bueno como esa otra persona.   Pero en Hechos el ministerio que Dios nos da es único para cada uno de nosotros, somos únicos en la obra del Señor. No hay dos pastores, dos líderes, dos hombres o mujeres del ministerio que son idénticos, no, somos diferentes, tenemos talentos diferentes, habilidades diferentes, capacidades diferentes, dones espirituales diferentes, personalidades diferentes. Y cada uno de nosotros es diferente y Dios nos hace diferentes porque nuestro ministerio depende de la tarea, la obra que Dios quiere hacer por medio de nuestras vidas.   Recuérdese de esta palabra, “dame” ¿Tú has escuchado esta palabra? Dame esto, dame otro, dame $100 dólares, dame $5 dólares, dame algo, pero recuerde las letras d-a-m-e. Primeramente, nuestros ministerios son únicos, cuando hay una dependencia total en Dios para la obra, si una persona tiene una iglesia pequeña, si esa persona está dependiendo 100% en Dios por la obra su obra es tan importante como una iglesia que tiene 1,000 personas; hay que tener una dependencia total en Dios para su ministerio. Segundo, debe ser un anhelo, anhelo de ser un instrumento de Dios para la honra y la gloria de Dios en (escucha esto bien) cualquier situación. Puede ser que tú eres un ministro en un área de la ciudad, que tu piensas si estuviera en otra área de la ciudad yo pudiera hacer más, si yo viviera en otra parte de la ciudad u otro país tuviera otras libertades, si no tuviera que trabajar, todas esas cosas, estas circunstancias, esos obstáculos pueden estorbarnos, pero no pueden estorbar a Dios, Dios es soberano. La pregunta es ¿Tienes un anhelo para hacer la obra de Dios en cualquier situación que te encuentres? Sea pequeño, sea grande, sea con la familia, parte de la familia. De cualquier manera, que Dios quiere trabajar por medio de nosotros debemos de tener el anhelo. Dependemos completamente de Dios, tenemos el anhelo de cumplir el plan de Dios por medio de ser un instrumento de Dios.   Tercero, debemos ser fieles a la misión que Dios me ha dado. La misión que Dios me ha dado es diferente a la misión que Él te ha dado a ti, yo sé que hay mucha confusión entre la palabra visión y misión, yo estoy usando la palabra misión en este sentido, en este contexto hablando de la tarea que Dios tiene para ti. Lo que Dios hizo por Moisés fue diferente, lo que Él hizo por medio de Josué, lo que Dios hizo por medio de David era diferente, lo que Él hizo por medio de Salomón, la obra que Dios hizo por medio de Pablo en el Nuevo Testamento era diferente de la obra que Él hizo por medio de Pedro, pero todos eran siervos de Dios; ellos tuvieron el anhelo de ser un instrumento de Dios, ellos estaban dependiendo en Dios que Dios cumple sus promesas y que Él pudiera tener o dar fruto.   Y cuarto, debemos tener la expectación que Dios va a trabajar, si dependemos en Dios debemos tener la expectación que Dios va a cumplir sus promesas. Él es el Señor de la mies, Él quiere ganar gente para Cristo, Él quiere redimir gente para su honra y su gloria. Si estamos dependiendo en Él, si tenemos el anhelo para traer gloria y honra a Él, si somo fieles en la misión que Él nos ha dado hacer podremos tener esta expectación que Dios va a trabajar. Tal vez no es exactamente lo que quisiéramos, pero es aún mejor porque es el plan de Dios. Tú puedes pensar yo merezco más, pero todo es un honor y privilegio de servir a Dios en cualquier lugar, cualquier situación. El punto principal es si Dios está allí con nosotros, el lugar es especial, Dios puede hacer milagros por medio de nuestras vidas.   Eso no enseña que somos iguales en la obra de Dios, no debemos pensar en otros y comparar nuestro ministerio con el ministerio de ellos, ellos tienen una misión diferente de Dios y podemos tomar la confianza que Dios va a usarnos como Él quiere. Hay hombres que tienen mucha influencia y parece más importante en la obra del Señor, pero Cristo, no las personas, Cristo es la cabeza de la iglesia, Él decide quién va a trabajar donde y Él decide cuanto poder va a dar y cuanto fruto va a dar. Cristo, siendo la cabeza de la iglesia también es el Señor de la mies y Él quiere traer gente en la cosecha y está poniendo sus siervos en los lugares que Él quiere, no importa la capacidad en el sentido de cosas espirituales porque solo Dios puede hacer cosas espirituales. Podemos trabajar, podemos ser fiel pero últimamente Cristo tiene que trabajar si algo va a pasar espiritualmente en la vida de alguien más. Recuerde lo que Cristo dijo: “Apartados de mí, nada podéis hacer”, cuando Él dijo: “nada podéis hacer” Él se refería a nada.   Tu y yo somos instrumentos en las manos de Dios, instrumentos diferentes, pero queremos ser instrumentos útiles, instrumentos fieles, instrumentos que Dios puede hacer lo que Él quiere. No todos son misioneros, no todos son pastores, no todos son plantadores de iglesias, pero todos nosotros podemos ser fieles a la obra del Señor que Él nos ha dado. Y cuando pienso en esa manera que somos iguales en la obra del Señor yo puedo celebrar el éxito de los demás de mis compañeros en vez de tener envidia de su ministerio yo puedo celebrar y glorificar a Cristo por lo que Él está haciendo en y por medio de la vida de alguien más. Termino con esto, mi meta siempre ha sido que las personas en las cual yo he tenido un poco de influencia tengan un ministerio más grande, más poderoso y útil que yo. Yo quiero celebrar con otros líderes que Dios los está usando a ellos y si yo puedo tomar una parte pequeña en su crecimiento, esto es suficiente para mí. Hermanos, hermanas Dios les bendiga y siga usándoles en el nombre del Señor.

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