Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes

¡Hola, hermanos! Bienvenidos al tema de hoy. Vamos a hablar acerca del tema de la Batalla Espiritual como líderes sabemos que hay una lucha gran lucha que realmente nos afecta cada día de nuestras vidas, cuando yo hablo con pastores, con líderes espirituales muchas veces las palabras que escucho nomas son palabras como fatiga, quemados o que malos hermanos, palabras como frustración, palabras como fracaso. En la Biblia tenemos algunas instrucciones para los líderes, hay probablemente para cada cristiano, pero Pablo habla a la iglesia de Efeso hablando acerca de la batalla que tenemos, esta lucha que tenemos; déjeme leer un par de versículos. La Biblia dice “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” (Efesios 6:10-13).   Mira lo que Pablo dice y esto es importante porque cuando entramos en una competencia, cuando comenzamos un proyecto, cuando comenzamos algo en nuestra vida queremos llegar al fin con éxito. No queremos ser un fracaso, no queremos tener obstáculos que van a parar el progreso de nuestra obra. Pablo dice, primeramente, fortaleceos en el Señor; este verbo está en la voz pasiva que significa que tal vez sería mejor si escuchamos, si leemos o como sea “fortalecidos en el Señor”. Recibimos la fuerza del Señor cuando estamos en el Señor, esta frase “fortaleceos en el Señor” es bien importante para nosotros, la fuerza por la batalla, la fuerza por la lucha que tenemos en nuestro liderazgo, en nuestro ministerio requiere un esfuerzo, un poder que es más fuerte de lo que tenemos en sí, de lo que tenemos en nosotros mismos. Debemos tener el poder de Dios y él dice: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”. Esta palabra, asechanzas, es una palabra que no es muy común a nosotros, no usamos esta palabra cada día de nuestra vida, pero algunos sinónimos son: esquemas, rencillas, trampas. La realidad es que cada uno de nosotros estamos en una batalla contra un enemigo que tiene muchas maneras, esquemas de tratar de destruirnos. Satanás quiere destruir nuestras vidas, él quiere destruir nuestro matrimonio, él quiere destruir nuestro ministerio, él quiere destruir nuestro trabajo, él quiere destruir cualquier cosa que es buena en nuestras vidas para que podamos callar, fracasar o para que tengamos problemas en nuestra vida. ¿Por qué? Porque él quiere robar la gloria de Dios.   El siervo del Señor, el líder espiritual traer gloria a Dios, queremos glorificar a Dios. Pero el enemigo no quiere que Dios sea glorificado y en su lucha contra nosotros el usa cualquier esquema para tratar de arruinar nuestro progreso. Cuando él dice la palabra lucha, esta palabra significa: una batalla, una lucha mano a mano. En otras palabras, es personal, Satanás nos ataca, los demonios de Satanás nos atacan y tenemos que luchar, pero no podemos luchar en la carne porque la Biblia dice “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne”. Nuestra lucha, nuestra batalla no es contra nuestro vecino, no es contra el presidente, no es contra personas, pero es contra poderes espirituales en los celestes, poderes que son malos desde adentro que no pueden hacerlo bien y ellos están peleando contra la obra del Señor cada día de su vida.   Pablo dice: recibe su esfuerzo o su fuerza del Señor y en el Señor. Nuestra relación íntima con Cristo es la parte más importante de todo nuestro ministerio, sino tenemos una relación íntima con Cristo y solo estamos haciendo el trabajo de Dios, solo estamos trabajando para el ministerio y no estamos escuchando, no estamos tratando de acercarnos a Dios tarde o temprano el enemigo va a ganar, tarde o temprano porque él es más poderoso que nosotros. Y por eso Pablo dice: Sean fortalecidos en el Señor y el sigue diciendo y en el poder de su fuerza. Tenemos la fuerza para seguir adelante pero solamente cuando recibimos la fuerza del Señor, si el Señor quiere que ganemos la batalla; actualmente Cristo gano la batalla en la cruz, pero aún estamos luchando. El enemigo no quiere parar por eso tenemos el aborto, tenemos la pornografía, tenemos todas las cosas que están pasando en este mundo hoy en día porque hay líderes y poderes espirituales que son malos, que están guiando gente, que está influenciando gente para ser los enemigos de la obra de Dios. Y tú y yo estamos en medio de la lucha, por esta razón tenemos tiempos que Satanás ataca nuestros matrimonios, el ataca nuestra salud, el ataca nuestra mente, el ataca cada parte de nuestra vida, pero podemos tener la victoria en Cristo porque Cristo gano la victoria en la cruz.   Pero la Palabra en versículo 11 de Efesios 6, cuando él dice: “Vestíos de toda la armadura de Dios”. Es un imperativo, es algo activo, es algo que tenemos que hacer, tenemos que vestirnos, Dios no va a vestirnos sino queremos tomar la armadura de Dios el enemigo va a ganar. Hermano ten la seguridad que tenemos la victoria en Cristo, pero a la vez tenemos un enemigo que quiere destruir todo lo que el Señor está haciendo. Hermanos cuando se sienta fatigado, se sienta quemado, cuando sienta que no vale la pena “Fortaleceos en el Señor”. ¡Dios le bendiga!