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El Poder De Escuchar
El Poder De Escuchar
Michael Hight
(First Baptist Church Caldwell AR – Lifeword )
Aired on Abr 12, 2021
Abr 12, 2021
Duración:
00:10:17 Minutes
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Escritura

Santiago 1:19

Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;

¡Hola! ¿Qué tal? Bienvenidos a esta edición de Lunes de Liderazgo y quiero hablar acerca de un tema que para mí es muy importante, aunque es difícil hablar porque soy culpable como los demás de no hacer eso muy bien. Y que es de lo que estoy hablando, estoy hablando del poder de escuchar, ¿Cuándo fue la última vez que alguien te escucho, realmente te escucho? Que tu hablabas y ellos estaban escuchando y querían escuchar lo que querías decir. ¿Cuándo fue la última vez que pudiste hablar con alguien personal y realmente sentir que ellos querían escuchar y saber lo que pasaba? Normalmente en nuestras practicas solo escuchamos por un ratito, escuchamos hasta que hablamos. Hemos sido enseñados en la escuela como hablar, como dirigir, como manejar las pláticas, pero normalmente no nos han enseñado como escuchar.   El escuchar es uno de los dones más preciosos que puede regalar a alguien más, mucha gente necesita ser escuchado, yo creo que eso es el problema en el mundo hoy en día. Cuando piense en su media social, cuando está pensando en Facebook o Twitter, Instagram o WhatsApp, algo más. Siempre la gente quiere hablar, pero no quiere escuchar no quieren escuchar del otro lado no quieren aprender del otro lado o como buenos lideres o como líderes en la obra del Señor debemos tener la capacidad para escuchar, estar seguros de que estamos dando respuestas a las preguntas que en verdad están pidiendo. A veces pensamos que sabemos todo y pensamos que tenemos la respuesta, pero en verdad no hemos escuchado la pregunta.   El hombre Keith Webb escribió un libro que se llama “El Modelo Coach” y quiero leer su primer párrafo de ese librito acerca del poder de escuchar o no escuchar. Él dice: “Padezco una grave enfermedad afecta a mucha gente independientemente de su educación, economía o etnia. La padecen desde los catedráticos hasta los obreros de una fábrica. Afecta a personas de todo el mundo, África, Asia, Europa, Oriente, Oriente Medio, América del Norte, América del Sur. Las personas de fe no son inmunes de hecho quizás tengan una tasa más alta de infección, pero tampoco muy distinta, a veces las personas sin fe pueden mostrar los síntomas más fuertes de la enfermedad. Hay quien dice que no existe y si existe solo existe en los demás. ¿Cuál es esta enfermedad? El sabelotodismo”. Déjeme repetirlo sabelotodismo. En otras palabras, pensamos que ya sabemos todo, ya hemos escuchado las preguntas, ya hemos escuchado lo que están diciendo y pensamos que lo que el mundo necesita en verdad es nuestra respuesta. Pero honestamente lo que el mundo necesita es nuestro oído, necesita ser escuchado.   Él dice que el sabelotodismo afecta la capacidad de la mente para retener información y procesarla sin prejuicios, dicha enfermedad deja a los afectados ciegos a opiniones, respuestas y soluciones que no sean las propias. La infección se manifiesta en dos variantes la agresiva y la pasiva. Ambas hacen creer a la persona infectada que sus ideas son correctas y mejores que las de los demás. La diferencia entre ambas variantes de la infección es la manera en que expresa dicha creencia. En otras palabras, la razón por la que no podemos escuchar a los demás es porque ya sabemos todo y eso cierra nuestra mente y no estamos aprendiendo.   Como lideres nuestra responsabilidad número 1 o al menos muy importante sería, Crecer cada día. Debemos estar desarrollando nuestras capacidades, debemos estar creciendo en nuestro camino con el Señor, debemos estar creciendo en nuestras relaciones con otras personas en los que estamos guiando o liderando, pero si no escuchamos bien a los demás, es bien difícil saber lo que ellos necesitan y saber dónde Dios está trabajando. La Biblia nos enseña que cada creyente tiene el Espíritu Santo y Jesús dijo a los apóstoles que Él iba a enviar el Espíritu Santo para guiar y recordarles de todas las cosas que Él quería que ellos recordarán y sepan. Y sabemos que estaba hablando de los apóstoles y escribiendo el Nuevo Testamento, pero yo creo que cada persona, el valor y la dignidad de cada persona reside en el hecho que si esta persona es un creyente el Espíritu Santo vive adentro de esta persona y Dios ya está trabajando en la vida de otra persona. Si somos líderes no tenemos que inventar la obra de Dios para esta persona, lo que debemos estar haciendo es, escuchando, prestando atención para ver que está haciendo Dios en la vida de esta persona. Y cuando sabemos lo que Dios está haciendo en la vida de alguien más podemos unirnos para ayudarnos y para ser un instrumento de Dios para el crecimiento de alguien más.   Si siempre sabemos lo que alguien más necesita hacer, tal vez no estamos escuchando ni prestando atención porque Dios obra creativamente en las vidas de sus hijos, Dios nos dio dones diferentes, capacidades diferentes, talentos diferentes, habilidades, personalidades. Y lo que Dios me ha llamado a mi para hacer no significa que tiene ese mismo llamamiento en la vida de alguien más y el gozo de mi vida, el gozo de un líder debe ser que tu puedas ver alguien realizar el plan de Dios en su propia vida. Lo que Dios quiere hacer en la vida de ellos, pero si tenemos esta infección, esta enfermedad de sabelotodismo. Ya sabe todo verdad, entonces vamos a cerrar la mente a las cosas que Dios quiere hacer y la mejor manera de no cerrar la mente a lo que Dios está haciendo y enseñando en la vida de alguien más es ser mejor al escuchar en vez de hablar.   Hay una regla en el mundo de negocios. Los que enseñan se llaman coaches que significa entrenador en español. Es alguien que guía una práctica con alguien más y guía a esa persona hacia las metas que Dios ha puesto en la vida o que esta persona tiene en su vida. Pero la regla es 80/20 debemos estar escuchando 80% y hablando un 20% del tiempo. ¿Por qué? Porque no podemos aprender cuando estamos hablando, podemos aprender cuando estamos escuchando y Dios puede trabajar en nuestra vida si estamos dispuestos a escuchar a los que están en nuestra vida. Sabes que cada persona en su vida, Dios ha puesto en su vida, Él tiene un propósito para ti y para ellos. Y Él quiere que tu siendo un líder puedas escuchar, puedas ayudar y puedas guiar a esta persona hacia el plan de Dios para tener un impacto en el reino de Dios más grande y fuerte. Vamos a seguir hablando acerca de ese tema de coaching, pero recuerde que el punto hoy es que debemos aprender de escuchar, escuchar con nuestros oídos, nuestras orejas, con nuestras actitudes, con nuestros pensamientos, con nuestro tiempo y el mejor regalo que tú puedes dar a alguien más es parar, sentarse, escucharlo porque cada persona necesita ser escuchado en este mundo hoy en día. ¡Dios le bendiga!

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