Le harán la guerra al Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con él son sus llamados, sus escogidos y sus fieles.

¡Hola! En el otro video yo compartí como Jesús es Rey, Dios es Rey de toda la tierra y ¿Por qué? Porque Él mismo tiene toda autoridad, porque es eterno. Dios dio esa autoridad a su Hijo Jesús y todo lo que existe está en su reino. Entonces ¿Qué debemos hacer con esta información? Así lo vamos a hablar hoy. Entonces Jesús es Rey, no fue elegido por nosotros, nosotros no tuvimos ninguna opción, solamente está en control. Piensa en un rey de un país, en un reino antiguo o ahora en la tierra ¿Tú tienes control sobre quien es rey? Sobre un presidente tal vez, pero sobre un reino no. Todo lo que nosotros tenemos que hacer es decidir, seguir o no seguir, inclinarse o no inclinarse, darle respeto o no darle respeto. Y sabes que, Dios es Rey y Jesús es Rey, nos guste o no. Entonces yo quiero estar de su lado, si ya tiene toda autoridad yo quiero estar con Él y no contra Él. ¿Cómo lo hago? Tomo la decisión de aceptarlo, tomo la decisión de inclinarme bajo Él ¿Qué significa cuando se inclina bajo o ante un rey? Representa algunas cosas, representa reverencia, lealtad y adoración. Primero la reverencia, que tú ves que esa persona es más alto que tú, que tú ves que esa persona tiene más poder que tú, esto es reverencia. Y cuando lo damos a Jesucristo no es para una persona es para un Dios fuerte. También mostramos la lealtad, estamos diciendo: yo te voy a seguir no importa lo que pase, si viene una guerra, si viene un hambre, si viene inundaciones, si vienen todo tipo de terrores, yo estoy de su lado; tienes mi lealtad. ¿Has dicho eso a Dios? Él lo quiere y ¿Sabes qué? No nos cuesta mucho, porque ya sabemos que Jesús es quien gana, su reino es que existe para siempre. Quiero compartir un versículo del libro de Apocalipsis 17:14 y dice “Le harán la guerra al Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con él son sus llamados, sus escogidos y sus fieles”.  Yo quiero estar con Jesucristo, yo quiero ser uno de sus llamados escogidos y fieles. Y solamente tengo que inclinarme ante y decirle “Tú tienes mi lealtad, yo sé que Tú eres mi Rey, te acepto hoy”. Amén, amén.