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Dios Es Un Dios Grande
Dios Es Un Dios Grande
Autumn Gross
(Centro De Vida)
Aired on Feb 25, 2021
Feb 25, 2021
Duración:
00:04:34 Minutes
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Escritura

Filipenses 3:14

Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.

¡Hola! Dios es un Dios grande, pero Dios también es un Dios personal, significa que Dios es soberano y sabe todo, pero también esta con y dentro de nosotros. Vamos hoy a utilizar el ejemplo de los deportes para explicar un poco más esta vida y nuestras relaciones con Dios. Somos los jugadores, somos los que corren, somos los que pelean. Escucha este versículo en el libro de Filipenses 3:14 dice: “Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús”. Entonces nuestra meta es ganar el premio que Dios nos ofrece ¿Qué es este premio? Vida Celestial con Jesús y con Dios para siempre. Pero mientras tanto estamos en la carrera, estamos en el juego ¿Quién es Dios? Unos ejemplos personales que podemos entender.   Primero, Dios es como un entrenador, un buen entrenador ayuda a su equipo a preparar. El entrenador no hace el trabajo difícil, pero hace las preparaciones, las enseñanzas, toda la información que vas a necesitar para jugar el juego o correr la carrera. Jesús actuó como entrenador con sus discípulos, Él les enseño todos los días cosas que ellos necesitaban saber antes que Él fuera al cielo. Tenemos estas palabras de Jesús en los libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, tenemos todas las cosas que Jesús enseño a sus discípulos. Entonces podemos leerlas como ejercicios para el juego, ejercicios para la vida. Toma las palabras de Jesús como información de tu entrenador y aplícalo a tu vida.   Segundo, Dios es como nuestro animador ¡Ra, ra! ¡Puedes hacerlo! ¡Puedes ganar! Piensa en todas las promesas de Dios, Dios dio cada promesa en el momento de necesidad, al momento que una persona necesitaba oírlo y saber que fue la verdad, dio esa promesa. Sus promesas son para nosotros también, sus promesas son verdaderas hoy, tenemos cada promesa que podemos leer como unas palabras de un animador para nosotras. Por ejemplo: “Yo siempre estoy contigo, dice Dios” “Yo nunca te dejare caer, dice Dios” toma estas promesas como ánimo de nuestro Dios.   Tercero, Dios es un jugador con nosotros, Él no nos deja pelear la batalla, jugar el juego ni correr la carrera sin ayuda. Él está a nuestro lado ¿Cómo? El Espíritu Santo. El Espíritu Santo nos da el poder que necesitamos es como un agua refrescante cuando lo necesitamos, es como una energía fuerte para seguir, es como sabiduría para dar el próximo paso. Y ¿Sabes qué? Estamos en el equipo que gana, el equipo de Dios siempre va a ganar. La Biblia nos dice el final del mundo en Apocalipsis que Jesús ya venció todo. Si estamos en su equipo, con Dios como nuestro entrenador, animador y un jugador con nosotros ¡No podemos perder!

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